Cartas al director

El agua

Vivo en Bruselas parte del año, en un apartamento medio de un barrio medio. No pertenezco al cuerpo funcionarial de la Comunidad Europea; me esfuerzo por librarme de toda clase de prejuicios; no soy mercenario de ninguna ideología (si acaso, la ecológica, incontestable..., si es que es una ideología y no una cósmica sensibilidad).Hecha la presentación, al grano: Bélgica es un país húmedo. Aunque los cambios climáticos que se están produciendo a escala planetaria también se notan en estas latitudes, la elevada pluviometría permite que la disminución media de las precipitaciones sea mucho menos ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Vivo en Bruselas parte del año, en un apartamento medio de un barrio medio. No pertenezco al cuerpo funcionarial de la Comunidad Europea; me esfuerzo por librarme de toda clase de prejuicios; no soy mercenario de ninguna ideología (si acaso, la ecológica, incontestable..., si es que es una ideología y no una cósmica sensibilidad).Hecha la presentación, al grano: Bélgica es un país húmedo. Aunque los cambios climáticos que se están produciendo a escala planetaria también se notan en estas latitudes, la elevada pluviometría permite que la disminución media de las precipitaciones sea mucho menos perceptible y sigan teniendo agua suficiente para todo. Pero ellos ya se han dado cuenta de las consecuencias de una eventual carencia de tanta agua como necesita el acelerado e imparable progreso. Quienes tenemos más de 50 años y hemos mirado con frecuencia al cielo sabemos, a despecho de las indiferencias oficiales, hasta qué punto estamos en España ante un inminente peligro de efectos impredecibles si no nos vamos preparando adecuadamente. Pues bien, usted compare: el edificio en que está mi apartamento, aquí en Bruselas, tiene un sistema de depuración de aguas para su máximo aprovechamiento por medio de un circuito semicerrado. En Madrid, donde el sol luce radiante durante no mucho menos de 350 días al año, los acuíferos se destinan a lavar los coches y a regar campos de golf cerca de mi casa. En España, todo lo que no sea hablar de construir embalses, destinados al vacío gran parte del año, es anecdótico. Lo mismo sucede con la energía solar. No hay industria energética que debiera ser en España más pujante que la solar. Pues bien, no hay industria en España que encuentre más obstáculos para potenciarse y desarrollarse; con el exasperante pretexto de que "no está perfeccionada" y por eso "la gente no la pide". Todos los pueblos que no han extraviado su instinto saben sacar provecho de lo que en su geografía abunda para obtener lo escaso y se organizan previsora e inteligentemente para que nunca falte lo indispensable.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En