Santa Bárbara truena

Los trabajadores de la empresa de armas sufren la incertidumbre de la reducción de plantilla anunciada

Son 340, pero deben quedar sólo 185. Los trabajadores de la empresa de armamento Santa Bárbara en Madrid viven la angustia del despido anunciado con números, pero sin nombres. ¿Serás tú, seré yo? Los gestores de esta empresa pública insisten en que las pérdidas -17.000 millones de pesetas el año pasado y cerca de 50.000 en los últimos tres años en el conjunto de sus factorías son "insostenibles". Pero los trabajadores ven aún más dudosa la posibilidad de encontrar un nuevo empleo.José Luis Huete lleva la mitad de su vida en Santa Bárbara. Tiene 39 años y ya ha pasado 20 en la compañía. Pero su...

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Son 340, pero deben quedar sólo 185. Los trabajadores de la empresa de armamento Santa Bárbara en Madrid viven la angustia del despido anunciado con números, pero sin nombres. ¿Serás tú, seré yo? Los gestores de esta empresa pública insisten en que las pérdidas -17.000 millones de pesetas el año pasado y cerca de 50.000 en los últimos tres años en el conjunto de sus factorías son "insostenibles". Pero los trabajadores ven aún más dudosa la posibilidad de encontrar un nuevo empleo.José Luis Huete lleva la mitad de su vida en Santa Bárbara. Tiene 39 años y ya ha pasado 20 en la compañía. Pero su permanencia, hoy, es una incógnita tanto para él, miembro de UGT en el comité de empresa madrileño, como para todos sus compañeros. "No sabemos si habrá prejubilaciones, bajas incentivadas o qué", dicen. La incertidumbre hace aún más penoso el día a día: hay condena, pero no se sabe el nombre de los 155 reos.

Huete, proyectista, entró en la firma para trabajar en el carro de combate AMX-30. Pasó una década en esa tarea. Luego se dedicó a la medicina bélica, o sea, al diseño de prótesis e implantes ortopédicos. Ahora trabaja en el proyecto de avión de combate europeo (EFA), que tantos quebraderos de cabeza ha proporcionado, por sus altos costes, a los países que participan en la iniciativa.

O blanco o negro: José Luis aún no sabe cómo será su futuro. "Si me echan, supongo que tendría dos años de paro y tendría que buscar un trabajo de un rango inferior, porque de esto no hay nada", aventura. Su angustia es compartida en todos los escalones laborales de la empresa, ejecutivos incluidos. Hay temor a significarse, a moverse y no salir en la foto: "Mejor que hablen los del comité, que tienen inmunidad".

"Las armas son negocio"

"Parece que uno de los departamentos más afectados va a ser el de investigación y desarrollo. ¿Quién ensayaría entonces los proyectos de la empresa?", se pregunta Jesús Santos de Dios, miembro de Comisiones Obreras en el comité de empresa.Desde el Instituto Nacional de Industria (INI), propietario de la firma dedicada a la producción de armas, insisten en que o se reducen los puestos de trabajo, o la empresa entrará en "una espiral de pérdidas que harían imposible su mantenimiento a medio plazo". El INI pretende cerrar cinco de las ocho factorías abiertas.

Las negociaciones para reducir la plantilla de los 3.128 trabajadores actuales en ocho provincias españolas a 1.058 empezarán el mes que viene.

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Los trabajadores, que calentaron motores con el encierro del pasado día 23, entran en una Semana Santa de especial dolor. Ya han dado una primera batalla, pero la guerra puede ser larga. Santa Bárbara empieza a tronar.

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