MOBILIARIO URBANO.
Quien piense que la naturaleza es muy incómoda, con sus cardos y hormigas, es que no se ha acercado últimamente a la Casa de Campo. El desinterés de algunos ciudadanos ha conseguido que cualquier dominguero se pueda sentir allí como en el salón de su propio domicilio. El sofá, aunque no esté homologado para exteriores, garantiza el descanso más placentero. Sólo falta el televisor....
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Quien piense que la naturaleza es muy incómoda, con sus cardos y hormigas, es que no se ha acercado últimamente a la Casa de Campo. El desinterés de algunos ciudadanos ha conseguido que cualquier dominguero se pueda sentir allí como en el salón de su propio domicilio. El sofá, aunque no esté homologado para exteriores, garantiza el descanso más placentero. Sólo falta el televisor.