Serrat, en multitudes

Joan Manuel Serrat y Madrid mantienen desde 1966 un idilio que va en aumento, como se demostró ayer tarde en la librería Crisol de la calle de Juan Bravo. Se celeraba allí una tertulia en torno a la obra y persona del artista. El local se abarrotó gente que ama al noi del Poble Sec. El creador apareció escoltado por la flor y ata de los cantautores: Luis Eduardo Aute, Joaquín Sabina y Víctor Manuel. Todo fueron elogios para el autor de Mediterráneo. Al final, el artista catalán empuñó una guitarra y estrenó una nueva canción, dedicada a la niñez maltratada.

Presidió el acto la ministra ...

Joan Manuel Serrat y Madrid mantienen desde 1966 un idilio que va en aumento, como se demostró ayer tarde en la librería Crisol de la calle de Juan Bravo. Se celeraba allí una tertulia en torno a la obra y persona del artista. El local se abarrotó gente que ama al noi del Poble Sec. El creador apareció escoltado por la flor y ata de los cantautores: Luis Eduardo Aute, Joaquín Sabina y Víctor Manuel. Todo fueron elogios para el autor de Mediterráneo. Al final, el artista catalán empuñó una guitarra y estrenó una nueva canción, dedicada a la niñez maltratada.

Presidió el acto la ministra Carmen Alborch, rodeada por el consejero de Cultura de la Comunidad de Madrid, Jaime Lizavetsky; el director de la SER, Daniel Gavela, el dibujante Forges y la cantante Massiel, entre otros.Presentó la velada Daniel Gavela. El nuevo director de la SER destacó que la cadena quiere reivindicar su papel de comunicación. "La música es un vehículo de transmisión de valores culturales, de solidaridad, de libertad, de democracia", dijo.

"La Legión de Honor"

Gavela aprovechó la presencia de la ministra para sugerir: "En cualquier otro país, a Serrat ya se le habría dado la Legión de Honor o algo similar". Carmen Alborch replicó: "Momentos como éste hacen que sea gratificante el puesto de ministra. Para la gente de mi generación, Serrat es un punto de referencia esencial. No tiene la Legión de Honor porque es muy joven. Siempre me gustó muchísimo. Además, yo también nací en el Mediterráneo".

A partir de ese momento, el acto se convirtió en un oportuno panegírico, en un aluvión de elogios y entusiasmos moderados por la periodista Maruja Torres, que no se cortó al hablar de su amistad con Joan Manuel: "Además de mediterránea, también soy coetánea del Nano, que es de la poca gente que evoluciona para adelante y no para atrás, como otros".

He aquí un florilegio de lo que allí se oyó: "Yo le hice una crítica feroz en el diario Informaciones cuando lo del La la la y Eurovisión. Luego todos nos apiñamos en tomo a él cuando empezó a ser represaliado por el régimen. En Las Madres del Cordero hacíamos alguna versión, en catalán por supuesto, de temas de Serrat, por ejemplo de Paraules d'amor" (Moncho Alpuente). "Serrat es un ser coherente; él ha hecho uno de los pocos himnos íberos que todos cantamos, Mediterráneo. Y Además, ostenta el mayor récord de tarareos en España" (Forges).

"Juanito es un lujo para todos los que le queremos. La canción que más me ha impresionado de él es Cançó de bresol. Hoy la he puesto en mi casa, se me volvió a hacer un nudo en la garganta y volví a llorar yo solo" (Víctor Manuel). "Este mamón ha dicho cosas tan bellas como eso de que cargan con nuestros dioses y nuestro idioma. A mí, la verdad me gusta mucho" (Joaquín Sabina).

Se recibieron telegramas de adhesión de Carmen Romero y Rafael Alberti. Al final apareció una guitarra y Serrat entonó una nueva canción: "Hijo del cerro, presagio de mala muerte... Niño sin niño, niño hambriento y asustado que prende a base de palos".