Un gran árbol se desploma en medio del Retiro al lado de una zona de juegos y un quiosco

Los madrileños que paseaban plácidamente ayer por el parque del Retiro se llevaron un buen susto. En plena hora punta de paseo -era la una y cuarto de la tarde-, una acacia de 20 metros de altura se partió desde la raíz y se vino abajo con estrépito. El árbol cayó entre un velador y un parque de juegos infantil en el paseo de Venezuela, justo al final del paseo de Coches. Ninguna de los centenares de personas que estaban alrededor resultó herida. El ejemplar murió de viejo. Seco y descuidado; es uno más que incrementa la abultada estadística de árboles que pierde el parque.

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Los madrileños que paseaban plácidamente ayer por el parque del Retiro se llevaron un buen susto. En plena hora punta de paseo -era la una y cuarto de la tarde-, una acacia de 20 metros de altura se partió desde la raíz y se vino abajo con estrépito. El árbol cayó entre un velador y un parque de juegos infantil en el paseo de Venezuela, justo al final del paseo de Coches. Ninguna de los centenares de personas que estaban alrededor resultó herida. El ejemplar murió de viejo. Seco y descuidado; es uno más que incrementa la abultada estadística de árboles que pierde el parque.

Entre todos los testigos presentes el comentarío era unanime: "Ha sido un milagro que no haya pasado nada". Un policía municipal de servicio en la zona fue más cándido: "Es que aquí en el Retiro los niños estan protegidos por un ángel". Justo en el momento del desplome varios chiquillos jugaban al fútbol entre sus sombras y otros se columpiaban entre unas estructuras de madera. Ni el tronco ni las desnudas ramas les alcanzaron. El susto para todos fue lo peor.El mayor sobresalto fue para una madre que estaba sentada en el velador a 10 metros del árbol. "Escuché el crujido, giré la cabeza y vi como caía. Me asusté por que mi niña estaba cerca, pero afortunadamente no la pilló" explicaba entre suspiros. Mientras, Ángel Andrés, un abogado que paseaba con su mujer y su bebé, se preguntaba: "¿Por qué no se vigilan más los viejos árboles para que podamos pasear tranquilos?".

Desarraigado

Tras la caída, los bomberos trocearon el tronco con una potente sierra. El árbol estaba podrido y seco. "Se trata de una acacia de espino que se ha caído por vieja y porque sus raíces no pueden agarrarse en esta zona del parque", explicaba una mujer, erudita en plantas. Los estudios municipales para regenerar el arbolado del parque señalan que los ejemplares se asientan sobre una tierra muy compactada al ser pisada por miles de personas. Ello impide que se oxigene el suelo y aporte los nutrientes necesarios para que los árboles no se sequen. Ana Tutor, concejal del PSOE encargada de temas de Medio Ambiente, señaló ayer que la caída de este árbol es una muestra más del deterioro del arbolado del Retiro.

No es la primera vez que en el parque del Retiro se contempla esta escena. Y si no que se lo digan a Felipe Santamaría, que lleva un cuarto de siglo sirviendo refrescos en un quiosco próximo, ha visto en los últimos tres años como se derrumbaban a su alrededor cuatro grandes ejemplares.

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