Yo también sería insumiso
No tengo la edad adecuada para ello -hace ya varios sexenios que la sobrepasé-; pero si la tuviese hoy, en el actual contexto, yo también sería insumiso. Ni servicio militar, ni prestación social sustitutoria: insumisión. Admiro a los jóvenes que, por convicción ideológica antimilitarista, se declaran insumisos a pesar de las graves consecuencias que esta decisión les acarrea. Muestran, en mi opinión, una gran coherencia ética.Es hora de desmitificar la tan repetida sentencia: "Si quieres la paz, prepara la guerra", que, dicha en latín, parece incluso sonar mejor y goza de un mayor respaldo de...
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No tengo la edad adecuada para ello -hace ya varios sexenios que la sobrepasé-; pero si la tuviese hoy, en el actual contexto, yo también sería insumiso. Ni servicio militar, ni prestación social sustitutoria: insumisión. Admiro a los jóvenes que, por convicción ideológica antimilitarista, se declaran insumisos a pesar de las graves consecuencias que esta decisión les acarrea. Muestran, en mi opinión, una gran coherencia ética.Es hora de desmitificar la tan repetida sentencia: "Si quieres la paz, prepara la guerra", que, dicha en latín, parece incluso sonar mejor y goza de un mayor respaldo de siglos: Si vis pacem, para bellum. No es así. El adagio, que responde a una táctica habitual en la política de defensa de la mayor parte de los Estados, encubre un profundo y malintencionado engaño. Si quieres la paz, prepara la paz y déjate de preparativos bélicos, que siempre son peligrosos y, en último término, conducen al enfrentamiento y no a la pacificación.
La prestación social sustitutoria está concebida como una penalización y, a la vez, participa del carácter militarista del servicio al que sustituye.
En este nuestro convulso mundo, fomentar y poner en práctica la cultura de la paz es tarea que a todas y a todos nos incumbe. Los insumisos, con su rechazo a las ideas e instituciones belicistas, contribuyen a ello.
Ya que, por razones de edad, no puedo ser insumiso, me conformo en este terreno con ser, al menos, un simple objetor fiscal frente a los gastos de defensa.-