AÑO NUEVO, SEMÁFOROS LIMPIOS.
No es cuestión de empezar 1994 con los colores desvaídos. Con los rojos más brillantes, los tranquilizadores y los amarillos de una luminosidad que incita a que sean más respetados aún, la circulación en la avenida de Largo Caballero resultará sin duda más limpia. Una pulcritud, una policía que no hará necesaria a la otra, la Policía con mayúsculas....
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No es cuestión de empezar 1994 con los colores desvaídos. Con los rojos más brillantes, los tranquilizadores y los amarillos de una luminosidad que incita a que sean más respetados aún, la circulación en la avenida de Largo Caballero resultará sin duda más limpia. Una pulcritud, una policía que no hará necesaria a la otra, la Policía con mayúsculas.