Cartas al director

Clama al cielo

En contra de lo que cabría esperar, la publicidad cada día es más denigrante para las mujeres. El planteamiento sexista de muchos anuncios clama al cielo.Sirva de ejemplo una marca de bollería en el que una niña pequeña hace un reparto de los roles familiares: "Este bollo para papá, que trabaja mucho; éste, para mamá, que hace comidas muy buenas; éste, para el hermanito, que me lleva al cole...". Seguramente, los creadores de este anuncio se asombrarían de saber que hay mujeres que trabajan también mucho, además de hacer comidas buenísimas.

O este otro de un fabricante de aparatos de ca...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

En contra de lo que cabría esperar, la publicidad cada día es más denigrante para las mujeres. El planteamiento sexista de muchos anuncios clama al cielo.Sirva de ejemplo una marca de bollería en el que una niña pequeña hace un reparto de los roles familiares: "Este bollo para papá, que trabaja mucho; éste, para mamá, que hace comidas muy buenas; éste, para el hermanito, que me lleva al cole...". Seguramente, los creadores de este anuncio se asombrarían de saber que hay mujeres que trabajan también mucho, además de hacer comidas buenísimas.

O este otro de un fabricante de aparatos de calefacción en el que una voz en off le dice a un novio que sale de la iglesia: "Enhorabuena, ha escogido usted a la mujer ideal, pero ¿tiene también la calefacción ideal?", dando por hecho que la esposa es un objeto más del equipamiento necesario para el hogar.

No es histerismo feminista, pero, por favor, señores publicistas, ¡no nos hagan esto!-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En