Robregordo lleva dos meses sin alcalde por falta de candidatos

Nadie quiere ser regidor de este pueblo de 82 habitantes. Los últimos cuatro alcaldes electos han dimitido (1), se han visto obligados a abandonar el cargo (1) o no han aceptado el puesto (2). La presión vecinal de este concejo abierto (al tener menos de 100 habitantes, todos los vecinos son legalmente concejales) y las lagunas de la legislación han dejado, por el momento, sin regidor a esta población serrana.

La Junta Electoral Central ha tenido que intervenir: "un órgano gestor un¡personal se hará cargo del consistorio hasta las próximas elecciones". En Robregordo se preguntan qué sig...

Nadie quiere ser regidor de este pueblo de 82 habitantes. Los últimos cuatro alcaldes electos han dimitido (1), se han visto obligados a abandonar el cargo (1) o no han aceptado el puesto (2). La presión vecinal de este concejo abierto (al tener menos de 100 habitantes, todos los vecinos son legalmente concejales) y las lagunas de la legislación han dejado, por el momento, sin regidor a esta población serrana.

La Junta Electoral Central ha tenido que intervenir: "un órgano gestor un¡personal se hará cargo del consistorio hasta las próximas elecciones". En Robregordo se preguntan qué significa eso. Santiago Sanz del Pozo, de 70 años, alcalde centrista de la localidad durante dos legislaturas, no soportaba las presiones vecinales. Hace dos meses dimitió. "Nunca volveré a presentarme a las elecciones. He hecho cuanto he podido por el pueblo y sólo he logrado disgustos", dice.Las desavenencias en Robregordo comenzaron hace cuatro años. Santiago Sanz, que en aquel momento era alcalde de un municipio de más de cien habitantes (concejo cerrado y, por tanto, con alcalde y concejales con capacidad de decisión) tomó una determinación: por los grifos del pueblo saldría agua depurada y se abandonaría el antiguo sistema de abastecimiento por pozos. Una larga historia de desacuerdos por causa del agua siguió después. El alcalde, harto, tiró la toalla hace dos meses. Su contrincante del PP tomó el mando, aunque la justicia no le reconoció. Dos personas más se negaron a hacerse cargo de la alcaldía.

Se llevó entonces el problema a la Consejería de Cooperación, que acudió a la Junta Electoral Central. Su fallo fue claro: si ninguno de los tres aceptaba el cargo, "debe procederse a nombrar un órgano unipersonal gestor que asuma las funciones del alcalde del Ayuntamiento que rija el mismo hasta la celebración de las siguientes elecciones locales". En Robregordo, se preguntaron qué era aquello.

El candidato popular, Domingo Moreno, se muestra convencido de que él será el próximo alcalde. "Así me lo han dicho en la Consejería". Pero hasta que no me nombren no quiero hablar del asunto", dice. El director de Cooperación con la Administración Local, Antonio González, señala: "La consejería, aun reconociendo la ilegalidad de su primera elección, le nombrará a él porque tiene el apoyo popular". González reconoce que la actual legislación tiene lagunas.