El comité confederal de UGT respalda por unanimidad la huelga general de 24 horas

El comité confederal de UGT, máxImo órgano de decisión entre congresos, apoyó ayer por unanimidad la convocatoria de una huelga general de 24 horas para finales de enero. Esa ausencia de discrepancias no se produjo al analizar la gestión de la ejecutiva y de su secretario general, Nicolás Redondo, que tuvo 157 votos favorables y 6 en contra. Redondo, en su informe, criticó la política económica del Gobierno y vaticinó que el PSOE "pagará un alto precio" por haber incumplido las promesas y el programa con que ganó las elecciones legislativas de junio.

Esas promesas electorales, según Red...

El comité confederal de UGT, máxImo órgano de decisión entre congresos, apoyó ayer por unanimidad la convocatoria de una huelga general de 24 horas para finales de enero. Esa ausencia de discrepancias no se produjo al analizar la gestión de la ejecutiva y de su secretario general, Nicolás Redondo, que tuvo 157 votos favorables y 6 en contra. Redondo, en su informe, criticó la política económica del Gobierno y vaticinó que el PSOE "pagará un alto precio" por haber incumplido las promesas y el programa con que ganó las elecciones legislativas de junio.

Esas promesas electorales, según Redondo, "van en un sentido radicalmente distinto al que ahora se pone en práctica". El líder ugetista aseguró que el Gobierno español está aplicando "con anticipación y mayor intensidad, las medidas que los sectores conservadores están pidiendo en toda Europa: la reducción del Estado de Bienestar y el recorte de las prestaciones sociales, las rebajas salariales (incluidas en este punto la desregulación laboral y el alivio de cargas empresariales), las privatizaciones, el aligeramiento fiscal de los beneficios y rentas de capital. Medidas, todas ellas, que nada tienen que ver con las causas de esta crisis".Tras dirigir esos ataques al Gobierno socialista, Redondo recibió también críticas de miembros de su sindicato a la gestión de la dirección de UGT, provenientes de la federación de construcción. Manuel Garnacho y Teodoro Escorial votaron en contra de la gestión de la ejecutiva -junto a los otros tres dirigentes de construcción y el representante de Ceuta- porque no han solucionado los problemas de la cooperativa de viviendas PSV y de las empresas del sindicato. También mostraron su disconformidad por cómo se han llevado a cabo las negociaciones del pacto social y por la falta de participación de las federaciones en el proceso de diálogo.

Como en anteriores comités confederales, los dirigentes de la construcción han protagonizado las únicas voces críticas en el sindicato. Esa oposición se va a hacer aún más ostensible en los próximos meses, una vez que la federación ha decidido presentar a su líder Manuel Garriacho como candidato a la secretaría general de UGT, que Redondo dejará vacante en el congreso de abril. Una de las razones por la que presentan esa candidatura alternativa es su desacuerdo con los escasos cambios que, en opinión de la federación de construcción, se han incluido en las ponencias que el comité confederal debatirá hoy. Estos dirigentes defienden el abandono de un modelo de organización "más parecido a un partido político que a un sindicato" y reducir las competencias de la ejecutiva confederal de forma que la toma de decisiones sea más democrática.

El análisis sobre la reforma laboral del Gobierno es, en cambio, coincidente. Todos los dirigentes ugetistas mostraron su rechazo a las medidas del Ejecutivo y apoyaron la convocatoria de una huelga general de 24 horas . En su informe de gestión, Redondo dijo que "el movimiento sindical no puede aceptar resignadamente este estado de cosas. Es necesario concienciar a la sociedad de las medidas que se quieren adoptar, porque es todo un modelo social el que está en juego".

El día concreto del paro general se decidirá la próxima semana en los encuentros que mantendrán las direcciones de CC OO y UGT con las de otras centrales, en concreto con ELA-STV, CIGA, USO y CGT, de forma que la fecha de la convocatoria nazca por consenso de todos los sindicatos.