"Les hemos acallado"

No es que los temidos turcos no fueran tan fieros como les pintaban, es que el Barça les ha convertido en ovejas. Este era el mensaje que transmitían los azulgrana. Todos, caras sonrientes y un solo pero: el empate; bueno, pero se podía haber ganado.El técnico, Johan Cruyff, sonrió por primera vez en un par de meses. Estaba contento con el resultado -"ganando en casa y empatando fuera terminamos primeros", afirmó- y, sobre todo, con el juego de su equipo. "Les hemos acallado", aseguró, refiriéndose al público del Alí Sami Yen. "Pero que nadie se extrañe: el Barça es un gran equipo". Cruyff enc...

No es que los temidos turcos no fueran tan fieros como les pintaban, es que el Barça les ha convertido en ovejas. Este era el mensaje que transmitían los azulgrana. Todos, caras sonrientes y un solo pero: el empate; bueno, pero se podía haber ganado.El técnico, Johan Cruyff, sonrió por primera vez en un par de meses. Estaba contento con el resultado -"ganando en casa y empatando fuera terminamos primeros", afirmó- y, sobre todo, con el juego de su equipo. "Les hemos acallado", aseguró, refiriéndose al público del Alí Sami Yen. "Pero que nadie se extrañe: el Barça es un gran equipo". Cruyff encomió tanto el juego colectivo -"hemos trabajado bien, hemos dado un buen ritmo al balón y, claro, ellos han llegado siempre tarde; querían, pero no les hemos dejado"- como a algunos jugadores, en particular: Sergi y Laudrup.

Cruyff también se alegró por la victoria del Mónaco -próximo rival del Barça, el 8 de diciembre, en el Camp Nou- sobre el Spartak de Moscú: "Me gusta que el que nos visite sea el líder, así le podemos hundir". El segundo entrenador, Charly Rexach, coincidió con su jefe. "Estamos contentos", dijo. "Si ganamos el próximo partido, con tres puntos, nos damos por satisfechos hasta marzo".

Tampoco rompió el clima unánime el danés Laudrup: "Hemos sido nosotros quienes les hemos hecho malos; lástima de la mala suerte ante la portería. Y además, me han hecho un penalti clarísirno". Koeman se quejaba de que en Europa no se pueden perdonar las ocasiones y Bakero hizo una reflexión de futuro: "Más bajo que ante el Lleida no podíamos caer, y este resultado debe ser una rampa de lanzamiento".