Tribuna:

España

Pues sí. El señor Casamajó y un servidor de ustedes ofrecemos al público la oportunidad de echarme una mano en esto de escribir la columnita y no se les ocurre otra cosa que escoger España como tema. Hace unos días, en La ventana, el programa que hace mi anciano amigo Casamajó con su joven meritorio Sardá, intentamos un ejercicio de "multimedia interactivo" entre sus oyentes, ellos y yo. Como en los culebrones de las teles más avanzadas, ellos escribían el artículo con sus frases y yo1acía de amanuense. No sé si me gustó en exceso que me sostuvieran la pluma.Bueno. Confies...

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Pues sí. El señor Casamajó y un servidor de ustedes ofrecemos al público la oportunidad de echarme una mano en esto de escribir la columnita y no se les ocurre otra cosa que escoger España como tema. Hace unos días, en La ventana, el programa que hace mi anciano amigo Casamajó con su joven meritorio Sardá, intentamos un ejercicio de "multimedia interactivo" entre sus oyentes, ellos y yo. Como en los culebrones de las teles más avanzadas, ellos escribían el artículo con sus frases y yo1acía de amanuense. No sé si me gustó en exceso que me sostuvieran la pluma.Bueno. Confieso que me sorprendió que ninguno de los oyentes utilizara el programa para dar alguna opinión escatológica sobre el nacionalismo o aprovechara la circunstancia para entonar patrióticas marchas. Hubo, más bien, visiones a ras de suelo. Y ganaron los pesimistas ("España, egoísta e hipócrita: no reparte sueldos ni trabajo", dijo Santiago, de Ciudad Real) por 7 a 3 a los optimistas ("contemplando el mundo: España, sobre todo", Conchita, de Madrid).

Y al final, los que nos llevamos el gato al agua fuimos los que dimos una de cal y otra de arena. "España tiene menos pasado que futuro" (yo, de Madrid). "No la conoce ni su madre" (José María, de Guadalajara). "Tiene 40 millones de diputados de lunes a viernes y 40 millones de entrenadores de fútbol de sábado a domingo" (Fernando, de Sevilla). "Es un país de insolidaridad total consigo mismo" (Vanessa, de Barcelona; la pongo aquí, porque, interrogada sobre si estaba segura de que los catalanes trabajan para que los andaluces no den golpe, le afloré la bondad y se contradijo: "Bueno, no; seguro que no").

España, bondadosa. Ah, y "el único equipo de fútbol que se llama Español está en segunda" (Cándido, de Barcelona). Vaya.

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