La lámpara maravillosa falla los lunes

El pasado fin de semana no había una sola butaca libre en la mayoría de los cines donde se proyectaba la última superproducción de Walt Disney, Aladdin.



Los reventas hacían su negocio a la entrada de los locales de proyección. Se pagaba hasta mil pesetas por una entrada que en taquilla cuesta 600. Sin embargo, ayer lunes, en las primeras sesiones, los espectadores dudaban, en salas semi vacías, que lugar elegir.

Según el jefe de sala del cine Luchana, local en donde se proyecta la película, "los lunes son un mal día para el cine infantil. Además, este mes los c...

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El pasado fin de semana no había una sola butaca libre en la mayoría de los cines donde se proyectaba la última superproducción de Walt Disney, Aladdin.

Los reventas hacían su negocio a la entrada de los locales de proyección. Se pagaba hasta mil pesetas por una entrada que en taquilla cuesta 600. Sin embargo, ayer lunes, en las primeras sesiones, los espectadores dudaban, en salas semi vacías, que lugar elegir.

Según el jefe de sala del cine Luchana, local en donde se proyecta la película, "los lunes son un mal día para el cine infantil. Además, este mes los chavales están de exámenes". En este cine, la primera sesión de la tarde de ayer fue seguida por tres espectadores. "Y no creo que venga mucha más a la segunda", afirmaba la taquillera.

Más información

En el Capitol, con un aforo de 1.800 butacas, a la misma hora entraban 80 personas. En el cine Velázquez, esta película fue vispor 14 espectados en su primer ase semanal. Sin embargo, el domingo, la situación era muy diferente: la taquillera de esta sala se vió obligada a expulsar de la cola a un reventa que le exigía diez entradas más. Esta persona, momentos antes, había comprado otros veinte billetes.

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