La suspensión de pagos en Amper Telemática sorprende a sus 500 trabajadores de Getafe

La suspensión de pagos de Amper Telemática (filial del grupo Amper) ha sorprendido a los 500 trabajadores con que cuenta esta firma en Getafe y que llevan tres meses sin cobrar. La dirección de la compañía presentó el pasado viernes la solicitud en los juzgados de plaza de Castilla. Se tomó la misma medida con otra filial, Amper Cosesa. La mediación del presidente regional, Joaquín Leguina, no ha llegado a buen puerto. El presidente de la Comisión de Economía de la Asamblea regional, Javier Doz, pide un plan de viabilidad en el que colabore el Gobierno regional.

El comité de empresa de ...

La suspensión de pagos de Amper Telemática (filial del grupo Amper) ha sorprendido a los 500 trabajadores con que cuenta esta firma en Getafe y que llevan tres meses sin cobrar. La dirección de la compañía presentó el pasado viernes la solicitud en los juzgados de plaza de Castilla. Se tomó la misma medida con otra filial, Amper Cosesa. La mediación del presidente regional, Joaquín Leguina, no ha llegado a buen puerto. El presidente de la Comisión de Economía de la Asamblea regional, Javier Doz, pide un plan de viabilidad en el que colabore el Gobierno regional.

El comité de empresa de la factoría Amper Telemática de Getafe (141.000 habitantes) no ha recibido todavía ninguna comunicación oficial, aunque "sobre las 15.30 horas del viernes recibimos un fax con lo que habían mandado a la Comisión Nacional de Valores", aseguró un miembro del comité.La suspensión de pagos cogió por sorpresa a los trabajadores de Amper Telemática. "Estábamos confiados, porque había noticias de que se iba a realizar una reunión con los responsables del Ministerio de Industria, el INI, el Grupo Teneo, la Comunidad de Madrid, Telefónica y la Comisión de Amper Telemática", ha reconocido Dionisio Orozco, del comité de empresa.

El Consejo de Administración hizo las cuentas y no le salieron: 5.195 millones de pesetas de pasivo frente a 7.214 millones de activo. Hasta el viernes, cuando se presentó la suspensión, Amper Telemática contaba con 495 trabajadores en activo, de los cuales más de un centenar estaba sometido a una regulación de empleo. Además, existen unos 70 empleados acogidos anteriormente al sistema de bajas incentivadas, pero a los que todavía no se les ha abonado nada en concepto de indemnización y que han debido reingresar en la empresa.

Deudas

La dirección de Amper Telemática mantiene desde el pasado mes de julio tres meses de retraso en el pago de los salarios a sus trabajadores. En la actualidad, se les debe la paga extraordinaria de julio y los meses de septiembre, octubre y lo que ha transcurrido de noviembre. En la plantilla la situación es "bastante confusa", según el comité de empresa, que mantendrá hoy mismo una reunión de urgencia para decidir las líneas de actuación.

Los sindicatos no han conseguido su propósito de que el presidente regional, Joaquín Leguina, hiciera con esta firma "lo mismo que Pujol con Seat".

Hace un año ya, las centrales sindicales acudieron a la Asamblea de Madrid en busca de ayuda. El pasado día 4, el presidente de Amper, Antonio López, compareció nuevamente ante la Comisión de Economía del Parlamento madrileño, donde también hablaron representantes de los trabajadores.

El pasado mes de octubre, los trabajadores de Amper secuestraron al alcalde de Getafe para que éste les consiguiera una entrevista con el presidente regional. Tras el encuentro, Leguina consiguió aplazar la suspensión pretentida.

La decisión empresarial preocupa a los parlamentarios madrileños. Javier Doz, presidente de la Comisión de Economía, señaló ayer que la medida se debe a la mala gestión de la empresa y a la falta de planificación de la política industrial de telecomunicaciones".

Doz pide a los propietarios de Amper, la compañía Telefónica y el Instituto Nacional de Industria (INI), que hagan un plan de viabilidad. También cree que el Gobierno regional debería colaborar en él.

Amper Telemática es una de las principales industrias de Getafe. Hace un año, esta fábrica de terminales contaba con el doble de plantilla. Ahora, algunos empleados viven gracias a un crédito bancario.