Las paradojas del consejero

Al consejero de Hacienda, Ramón Espinar, le debió de calar hondo que la portavoz de IU, Isabel Vilallonga, le llamara "ligero" el viernes por enviar los presupuestos para 1994 al Consejo Económico y Social (CES) antes que a ella. Cuando los periodistas daban por concluida la conferencia de prensa que ofreció ayer Espinar para explicar su reunión con los sindicatos, el consejero arengó: "¿Nadie me va a preguntar si he estado ligero?". La concurrencia entró al trapo, pero Espinar, tras citar, se enterró en el burladero. No quiso decir en qué fecha envió a IU los presupuestos. "He seguido idéntic...

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Al consejero de Hacienda, Ramón Espinar, le debió de calar hondo que la portavoz de IU, Isabel Vilallonga, le llamara "ligero" el viernes por enviar los presupuestos para 1994 al Consejo Económico y Social (CES) antes que a ella. Cuando los periodistas daban por concluida la conferencia de prensa que ofreció ayer Espinar para explicar su reunión con los sindicatos, el consejero arengó: "¿Nadie me va a preguntar si he estado ligero?". La concurrencia entró al trapo, pero Espinar, tras citar, se enterró en el burladero. No quiso decir en qué fecha envió a IU los presupuestos. "He seguido idéntico procedimiento que el año pasado", repitió, y remató: "No voy a decir más". Y no lo dijo.Paradójicamente, zanjó sin ni siquiera pisar el ruedo cuantas preguntas le lanzaron, respondiendo a su arenga, los periodistas. Alegó que sólo pretende sacar adelante los presupuestos, que las polémicas de IU son ajenas a ese asunto y no deben interferir en las cuentas de Madrid. Sólo quería "aclarar" que enviar el presupuesto al CES era su "obligación legal". Faena de espontáneo. Decepción en el tendido.

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