La Hemeroteca resucita periódicos desde hace 75 años

La institución atesora 200.000 ejemplares de revistas y diarios de todo el mundo

El 18 de octubre de 1918, dos periodistas del Ayuntamiento colgaron en la entrada de una sala del edificio de la plaza de la Villa el cartel de "Hemeroteca Municipal". Hoy, Carlos Dorado, octavo director de la institución, rememora ese acontecimiento que, paradójicamente, no fue recogido al día siguiente por la prensa de la época: "Así empezó la vida eterna de la prensa.

Los periódicos tienen una muerte rápida aparente, pero esconden una vida latente: pasados unos años resucitan y se convierten en documentos históricos", expone, muy serio, detrás de sus gafas de profesor universitar...

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El 18 de octubre de 1918, dos periodistas del Ayuntamiento colgaron en la entrada de una sala del edificio de la plaza de la Villa el cartel de "Hemeroteca Municipal". Hoy, Carlos Dorado, octavo director de la institución, rememora ese acontecimiento que, paradójicamente, no fue recogido al día siguiente por la prensa de la época: "Así empezó la vida eterna de la prensa.

Los periódicos tienen una muerte rápida aparente, pero esconden una vida latente: pasados unos años resucitan y se convierten en documentos históricos", expone, muy serio, detrás de sus gafas de profesor universitario.

La Hemeroteca conserva actualmente 200.000 ejemplares de diarios y revistas de España y del mundo entero (especialmente de América Latina) en las caballerizas del antiguo cuartel del Conde Duque, su actual sede. El facsímile más antiguo es del siglo XVI, pero las colecciones más consultadas son las de la guerra civil, las del siglo XVIII.

La celebración oficial del 750 aniversario será en diciembre, con una exhibición de los ejemplares más curiosos, significativos y antiguos de sus fondos. Por ahora están buscando un patrocinador para la muestra.

Máximo Pazos, un impresor retirado, piensa emplear toda la mañana en la consulta de los periódicos de agosto de 1928, cuando se inauguró la Liga de fútbol. "No hace falta que diga que soy un gran aficionado al fútbol", comenta, encogiéndose de hombros. Bernardo Salazar, publicitario, ojea la prensa de los años veinte. "Lo hago por puro placer. Me gusta conocer el pasado", confiesa. Ninguno de los dos se entinta los dedos, pues revisan algunos de los 8.000 títulos que han sido microfilmados para ahorrar espacio y evitar el deterioro de los originales.

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