Las elecciones provinciales refuerzan las posibilidades de Benazir Bhutto de hacerse con el Gobierno de Pakistán

Los resultados de las elecciones en las cuatro provincias paquistaníes han corroborado la división del país en dos grandes partidos y el estrecho margen que separa a Benazir Bhutto de su gran rival, Nawaz Sharif. Ambos insisten en que están en posición de formar tanto el Gobierno federal como el de Punjab, la provincia más rica y más poblada, pero la aplastante victoria de la líder del Partido Popular de Pakistán (PPP) en Sind -segunda provincia en importancia, pero que incluye a la primera ciudad del país, Karachi- refuerza su posición en la carrera hacia la jefatura del Gobierno paquistaní e...

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Los resultados de las elecciones en las cuatro provincias paquistaníes han corroborado la división del país en dos grandes partidos y el estrecho margen que separa a Benazir Bhutto de su gran rival, Nawaz Sharif. Ambos insisten en que están en posición de formar tanto el Gobierno federal como el de Punjab, la provincia más rica y más poblada, pero la aplastante victoria de la líder del Partido Popular de Pakistán (PPP) en Sind -segunda provincia en importancia, pero que incluye a la primera ciudad del país, Karachi- refuerza su posición en la carrera hacia la jefatura del Gobierno paquistaní e incluso punjabí. "Ahora no existe la más mínima duda de que seré la próxima primera ministra", declaró ayer Bhutto.

La Liga Musulmana de Pakistán (PMLn), que encabeza Sharif, se consolidó como el partido más votado en Punjab, con 106 diputados de los 240 que tiene esa asamblea provincial. El PPP logró 96 escafios, pero a estos hay que añadir los 18 de la PMLj, una facción desgajada de la Liga que se ha coaligado con el PPP.Gobernar Pakistán sin Punjab es prácticamente imposible. Benazir Bhutto, de 40 años, ya lo intentó en 1988 y sólo duró 20 meses al frente del Ejecutivo. Por ello ahora tratará no sólo de instalarse en Islamabad, capital del país, sino de controlar también Lahore, capital de la región. Un alto mando militar asegura que el Ejército está "desencantado" con Sharif, durante cuyo Gobierno "la corrupción se duplicó en relación a la que hubo durante el periodo de Benazir Bhutto". "Por ello", añade, "es relativamente fácil obligar a Sharif a que ejerza una oposición constructiva".

El turno del PPP, que en Sind, la tierra natal de los Bhutto, obtuvo una mayoría absoluta con 56 de los 98 escaños de la Asamblea, por tanto, se aproxima. Esta semana será decisiva para la consecución de las alianzas necesarias que le permitan gobernar con cierta holgura. La existencia de numerosos independientes dificulta las negociaciones ya que, según la práctica de la política paquistaní, la mayoría de estos tratará de venderse al mejor postor y Sharif tiene más que ofrecer que Bhutto.

Derrota del Frente Islámico

Independientemente de quién forme Gobierno, estas elecciones han servido especialmente para clarificar el mapa político paquistaní, ya que pueden considerarse las más limpias en la historia del país. La nota más relevante es que han reducido prácticamente a cenizas al Frente Islámico, una formación que agrupaba a los partidos fundanientalistas y que durante la campaña parecía erigirse en la tercera fuerza política nacional. Los paquistaníes han demostrado que una cosa es escuchar a los mulás (dirigentes religiosos) y otra apoyarles para que salgan de sus mezquitas y los gobiernen. El voto ha sido una clara advertencia de que el pueblo paquistaní no quiere que se mezcle la religión con la política.Pero los resultados han dejado a todos un poco desinflados, por el cansacio que supone un gobierno débil y porque nadie ha tenido una gran victoria que celebrar. Los únicos que se echaron ayer a la calle para expresar su alegría fueron los habitantes de Karachi, por la vuelta del MQM al escenario político. El MQM, un partido propio de la provincia de Sind que representa a la clase urbana frente a la campesina, decidió boicotear las elecciones generales de la Asamblea Nacional, celebradas el miércoles pasado, pero se presentó a las provinciales, el sábado, y barrió en Karachi, Hyderabad y otras grandes ciudades. El MQM casi expulsa de la Asamblea Provincial a la PMLn, a la que dejó con 9 escaños.

En la Provincia Fronteriza del Noroeste la diferencia entre el PPP y la PMln es de dos diputados a favor del PPP, pero la Liga tiene posibilidades de formar un Gobierno de coalición. Finalmente en Baluchistán, la provincia más pobre, no existe, como es habitual, ningún vencedor: son todos pequeños partidos y dirigentes tribales que tendrán que repartirse el Gobierno.

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