IGS-PSV reconoce que la compra de empresas deficitarias del sindicato le costó 4.000 millones

Un documento de carácter reservado del grupo Iniciativas y Gestión de Servicios Urbanos (IGS), del que forma parte la cooperativa de viviendas PSV, reconoce que "constituyó un importante error" la incorporación al grupo en 1991 de las empresas que eran propiedad 100% de UGT -Unial, Libertur, y Tipografía Torreblanca-. IGS, participado por UGT en un 47%, invirtió en dichas empresas, deficitarias, 4.000 millones de pesetas. según el documento, "la elevada concentración en participaciones financieras con sociedades del grupo ha impedido saldar con beneficios la actividad inmobiliaria". Sebastián ...

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Un documento de carácter reservado del grupo Iniciativas y Gestión de Servicios Urbanos (IGS), del que forma parte la cooperativa de viviendas PSV, reconoce que "constituyó un importante error" la incorporación al grupo en 1991 de las empresas que eran propiedad 100% de UGT -Unial, Libertur, y Tipografía Torreblanca-. IGS, participado por UGT en un 47%, invirtió en dichas empresas, deficitarias, 4.000 millones de pesetas. según el documento, "la elevada concentración en participaciones financieras con sociedades del grupo ha impedido saldar con beneficios la actividad inmobiliaria". Sebastián Reyna, responsable de finanzas de UGT, afirma que el error fue "compartido".

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La incorporación al grupo de las tres empresas de UGT -que el pasado año perdieron 2.900 millones de pesetas-, junto con la contratación acelerada de trabajadores, las inversiones en proyectos de dudosa rentabilidad en tiempos de crisis y la falta de financiación han llevado a la corporación IGS y a la cooperativa PSV a una grave situación. La actividad inmobiliaria de IGS finalizó el pasado año con 105 millones de beneficios, si bien, la auditoría de Ernest & Young señala que deberían descontarse de tal cifra más de 200 millones (veáse EL PAÍS del 30 de septiembre).El responsable de finanzas de UGT, Sebastián Reyna, considera que el traspaso de Unial, Libertur (ahora Club IGS Viajes) y Torreblanca a IGS en 1991, poco después de las elecciones sindicales, "fue un error compartido [entre UGT y los gestores de IGS]". El traspaso de las empresas de UGT a IGS se debió a la decisión del sindicato de deshacerse de sus compañías en pérdidas en un momento de dificultades. "En ese momento [1991]" explica Reyna, "IGS era un grupo con beneficios, interesado en esas empresas, es decir, convenía a las dos partes".

Lo que era beneficioso para ambas partes, se reveló posteriormente, especialmente en la aseguradora Unial, como un negocio ruinoso. El pasado año, Unial perdió más de 2.800 millones; el Club IGS Viajes 90 millones, y Tipografía Torreblanca 2,5 millones.

El convento de Hortaleza

Fuentes de UGT y de IGS admiten que el grupo ha contribuido en cierta forma al saneamiento de las finanzas del sindicato que dirige Nicolás Redondo. Como ejemplo de relación entre las cuentas de IGS y las cuentas del sindicato, figura la compra del antiguo convento que hoy es la sede de UGT, en el número 88 de la calle Hortaleza de Madrid. En la auditoría de IGS correspondiente al año 1992, se recoge esa operación, que supuso para el grupo un desembolso de 1.600 millones.Para entender la operación hay que remontarse a 1987. En dicho año, la sociedad ICR, controlada por Carlos Sotos, compró el convento de Hortaleza -actual sede de UGT- por 13,0 millones de pesetas. Posteriormente, transfirió el edificio, por el mismo dinero, al sindicato, que solicitó un crédito de 300 millones de pesetas al Banco Hipotecarlo para rehabilitarlo. En 1989, el sindicato obtuvo de Banesto un nuevo crédito de 1.000 millones de pesetas con una hipoteca sobre Hortaleza 88. Finalmente, en 1992, con un crédito también de Banesto, IGS compró a UGT el edificio por 1.600 millones de pesetas (más de 12 veces el importe inicial). UGT, por supuesto, canceló el primer préstamo hipotecario de 1.000 millones. Según Reyna, el precio de venta fue inferior en 400 millones a la tasación realizada por una prestigiosa compañía.

El informe interno de IGS, remitido a varios miembros de la ejecutiva de UGT en el mes de julio, aborda también los problemas a los que se enfrenta el proyecto cooperativo PSV y hace una lista de puntos débiles del grupo que afectan al suelo, la capitalización de las empresas, los gastos financieros, el exceso de personal y la financiación, entre otros. "El proceso de promociones de suelo" asegura el informe "se encuentra durante 1991-1993 prácticamente en su primera fase"; "existe desequilibrio entre el capital de la corporación y el importante volumen de financiación exigible para el desarrollo de sus promociones", así como "excesivos gastos financieros". El informe destaca que el grupo se ve obligado a a financiarse con créditos a corto plazo en un 68%.

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