La vuelta

Vuelvo de vacaciones al trabajo y en un pequeño recorrido por el barrio compruebo que la tienda de jerséis ha terminado la época de rebajas y tiene ya los nuevos modelos de invierno que, frente a las 11.000 pesetas que costaban el año pasado, este año pasan de las 14.000. La tasca de la vuelta de la esquina en la que habitualmente comemos los compañeros de trabajo ha incrementado el precio del menú del día de 900 pesetas a 1.200, y la peluquería ha subido la friolera de un 24%.Los trabajadores -de mejor o peor gana- aceptaremos este año subidas que en muchos casos no llegarán ni al 1 %, pero d...

Vuelvo de vacaciones al trabajo y en un pequeño recorrido por el barrio compruebo que la tienda de jerséis ha terminado la época de rebajas y tiene ya los nuevos modelos de invierno que, frente a las 11.000 pesetas que costaban el año pasado, este año pasan de las 14.000. La tasca de la vuelta de la esquina en la que habitualmente comemos los compañeros de trabajo ha incrementado el precio del menú del día de 900 pesetas a 1.200, y la peluquería ha subido la friolera de un 24%.Los trabajadores -de mejor o peor gana- aceptaremos este año subidas que en muchos casos no llegarán ni al 1 %, pero difícilmente se va a arreglar el país si estas pequeñas- empresas (cuyos empleados, estoy segura, tendrán subidas parecidas a la mía) no están dispuestas a colaborar.

Yo, por mi parte, he comprobado que los jerséis que tengo del año pasado están todavía de buen ver, puedo traerme bocadillos de casa y empiezo a pensar que la peluquería no es un artículo de primera necesidad.-