El IRPF y la política de pactos centran la celebración de la Diada en Cataluña

Las reacciones anticatalanistas a raíz de la negociación de la cesión del 15% del IRPF a las comunidades autónomas y el discurso pronunciado el viernes por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, convirtieron la celebración de la Diada del Onze de Setembre, fiesta nacional de Cataluña, en un hervidero de declaraciones políticas.En un momento culminante de la celebración de la Diada fueron los 20 minutos de conversación que Jordi Pujol y el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, tuvieron en un aparte, ante la mirada curiosa de muchos de los políticos y personalidades invitadas al acto...

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Las reacciones anticatalanistas a raíz de la negociación de la cesión del 15% del IRPF a las comunidades autónomas y el discurso pronunciado el viernes por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, convirtieron la celebración de la Diada del Onze de Setembre, fiesta nacional de Cataluña, en un hervidero de declaraciones políticas.En un momento culminante de la celebración de la Diada fueron los 20 minutos de conversación que Jordi Pujol y el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, tuvieron en un aparte, ante la mirada curiosa de muchos de los políticos y personalidades invitadas al acto institucional celebrado en el Parlamento catalán. Ninguno de los dos quiso detallar el contenido de la conversación, aunque Pujol aclaró que había expuesto sus conocidos planteamientos de política económica. Todas las declaraciones de Serra sobre la polémica autonómica fueron de tono conciliador. También Jordi Pujol quitó hierro a la interpretación que se ha hecho de su discurso institucional emitido el viernes por televisión. Pujol aseguró que no estaba "dirigido contra nadie", después de que el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, criticara públicamente el tono reivindicativo que, en su opinión, había empleado el presidente en su alocución, "en un momento en que se impone el Consenso y la negociación".

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Pujol lamentó en su discurso que reivindicaciones nuestras [de los catalanes] muy justas y muy sensatas provoquen respuestas y campañas de gran dureza, a pesar de que, más que nadie, Cataluña ha actuado con espíritu de solidaridad con el conjunto de España".

Durante la ofrenda floral efectuada ante la estatua de Rafael Casanova -el conseller en cap que mandaba las fuerzas catalanas derrotadas por Felipe V en 1714-, Jordi Pujol aclaró el alcance de sus palabras: "Iban sólo dirigidas a los catalanes, para recordarles que nadie avanza si no forma parte de una nación bien constituida".

Provocaciones

El portavoz del grupo parlamentario de CiU, Miquel Roca, reconoció que la jornada estaba marcada por la polémica autonómica y abogó por no ponerse "nerviosos" y no dejarse arrastrar por las "provocaciones, los insultos y despropósitos de otros". "Esta batalla [la de la cesión del 15% del IRPF] la ganaremos desde nuestra manera de ser y hacer. Los que deberán rectificar son los demás, porque muchos han dicho muchas tonterías, que quedan escritas, y algún día se arrepentirán", añadió.

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También el dirigente de Iniciativa per Catalunya, el diputado Rafael Ribó, lamentó que la polémica sobre el IRPF haya hecho emerger "un anticatalanismo primario, salvaje y feroz en muchos lugares de Espafia". Y agregó: "Hace falta aún mucha pedagogía para hacer entender que España es diversa". Hasta Antonia Maciá, la viuda del que fue primer presidente de la Generalitat restaurada, Josep Tarradellas, terció en la polémica. "Ahora somos España y seguiremos siendo España", dijo, invitando a observar lo que ocurre en los Balcanes.

Por la mañana, instituciones, partidos y entidades efectuaron ofrendas florales ante la estatua de Rafael Casanova. A mediodía, un millar de políticos, representantes de instituciones y personalidades públicas se dieron cita en el Parlamento de Cataluña, invitados por su presidente, en un acto de celebración oficial.

Mientras, los grupos independentistas y Esquerra Republicana de Catalunya celebraban la Diada con diversos actos de signo político y lúdico en el Fossar de les Moreres y ante la tumba de Rafael Casanova, que se encuentra en Sant Boi de Llobregat.

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