García Vargas pide la repulsa activa a la "mafia de ETA"

M. G. El ministro de Defensa, Julián García Vargas, pidió ayer a los españoles que "redoblen su apoyo a las Fuerzas Armadas y mantengan una actitud de repulsa activa y clara, no sólo a los violentos, a la mafia terrorista de ETA, sino a todos los que la apoyan, directa o indirectamente, y dicen comprenderla", en alusión a Herri Batasuna (HB).

El ministro llegó sobre las ocho de la tarde al Cuartel General de Ejército, donde una hora después quedó instalada la capilla ardiente con los siete féretros. A esa hora se celebró una misa a la que asistieron, entre otros, el presidente del Parti...

M. G. El ministro de Defensa, Julián García Vargas, pidió ayer a los españoles que "redoblen su apoyo a las Fuerzas Armadas y mantengan una actitud de repulsa activa y clara, no sólo a los violentos, a la mafia terrorista de ETA, sino a todos los que la apoyan, directa o indirectamente, y dicen comprenderla", en alusión a Herri Batasuna (HB).

El ministro llegó sobre las ocho de la tarde al Cuartel General de Ejército, donde una hora después quedó instalada la capilla ardiente con los siete féretros. A esa hora se celebró una misa a la que asistieron, entre otros, el presidente del Partido Popular (PP), José María Aznar, y el secretario de Organización del PSOE, José María Benegas. Para entonces, ya se encontraban en el Palacio de Buenavista numerosos familiares, que a duras penas podían contener la emoción, y ex compañeros de los militares asesinados por los terroristas.

Julián García Vargas recordó que "este atentado contra las Fuerzas Armadas se produce cuando están más apoyadas que nunca por la sociedad civil", debido a su intervención en operaciones de las Naciones Unidas. A este respecto, recordó que uno de los asesinados, el teniente coronel Dávila, fue condecorado por el Rey el pasado 1 de junio, Día de las Fuerzas Armadas, "por haberse destacado en la misión de paz en El Salvador". No obstante, agregó que entre las víctimas de la acción terrorista, "muy cruel, de extrema violencia", había también civiles, incluso niños.

En el momento del crimen, el ministro García Vargas se encontraba de regreso a Madrid desde Mahón (Baleares), a cuyo puerto llegó este fin de semana una de las fragatas españolas que participan en el embargo a la república de Serbia en el mar Adriático.

El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, presidirá esta mañana, en el Cuartel General del Ejército de Tierra, el funeral por los seis militares y el funcionario civil del Ministerio de Defensa asesinados ayer en Madrid. Sería ocupa la presidencia del Gobierno en funciones al encontrarse el jefe del Ejecutivo, Felipe González, en la cumbre comunitaria que se celebra en Copenhague (Dinamarca), y acudirá al acto fúnebre en representación del mismo.

Al funeral asistirán además del ministro de Defensa, Julián García Vargas; el jefe del Estado Mayor de la Defensa, teniente general José Rodrigo, y otras autoridades civiles y militares.

El rey Juan Carlos, que se encontraba ayer "muy afectado" por el doble atentado, según informaron fuentes de la Casa Real, conversó telefónicamente con varios responsables, incluido el general José Rodrigo, jefe del Estado Mayor de la Defensa, de quien dependían los militares asesinados.

La decisión de instalar la capilla ardiente en el Cuartel General del Ejército de Tierra, junto a la plaza de Cibeles de Madrid, a pesar de que entre las víctimas se encuentran un civil y militares de los tres ejércitos -dos de Tierra, dos de la Armada y dos del Aire-, se tomó por las idóneas condiciones que tiene el Palacio de Buenavista.

El cuartel general del Estado Mayor Conjunto (Emacon), en la madrileña calle de Vitruvio, es demasiado reducido para un acto tan masivo y, aunque llegó a barajarse la propia sede del Ministerio de Defensa, se descartó finalmente.