Sevillana se une a la separación de activos en moratoria nuclear

Sevillana de Electricidad anunció ayer su intención de segregar en una sociedad independiente los activos en moratoria nuclear y su deuda. Esta sociedad emitiría deuda en los mercados extranjeros como fórmula alternativa de financiación de Sevillana, si bien ello debería estar respaldado por una ley específica. El presidente de la compañía, Fernando de Ybarra, reclamó ayer en Sevilla "la revocación total de los 243.756 millones de pesetas, invertidos en las instalaciones de Valdecaballeros". La operación de Se ' villana es similar al principio de acuerdo alcanzado en el mismo sentido por Iberd...

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Sevillana de Electricidad anunció ayer su intención de segregar en una sociedad independiente los activos en moratoria nuclear y su deuda. Esta sociedad emitiría deuda en los mercados extranjeros como fórmula alternativa de financiación de Sevillana, si bien ello debería estar respaldado por una ley específica. El presidente de la compañía, Fernando de Ybarra, reclamó ayer en Sevilla "la revocación total de los 243.756 millones de pesetas, invertidos en las instalaciones de Valdecaballeros". La operación de Se ' villana es similar al principio de acuerdo alcanzado en el mismo sentido por Iberdrola y ENDESA.

La operación -que tiene que ser consensuada con el Gobierno- sigue el esquema de Iberdrola y ENDESA por el que se prevé la constitución de una sociedad que aglutinaría también los activos en moratoria y la deuda. De Ybarra aseguró que la empresa "permanece firme en su intención de ser compensada por el esfuerzo inversor" realizado en la central nuclear de Valdecaballeros.El consejero delegado de Sevillana, Emilio Zurutuza, aseguró que las compañías eléctricas tienen intención de competir entre sí para colocar esta deuda en los mercados extranjeros. Explicó que Sevillana había estado negociando esta operación con el Gobierno, aunque las elecciones habían interrumpido el proceso. Añadió que la nueva ley de ordenación del sector eléctrico, aprobada en Consejo de Ministros y cuyo trámite está paralizado, que termina con la moratoria nuclear, había llevado a Sevillana a reclamar estos activos.

Zurutuza afirmó que la compañía mantiene contactos con distintas agencias de calificación de emisiones de deuda para determinar las condiciones de una operación semejante. El consejero delegado explicó que la emisión estaría avalada por el Estado, que en la actualidad paga a las compañías eléctricas el 3,5% de los ingresos por tarifas para hacer frente a la deuda y a la amortización de los intereses derivados de la moratoria nuclear. Afirmó que la emisión tenía que estar avalada por una fórmula irreversible "con carácter de ley", de tal forma que se garantice el plazo de la emisión que se situaría entre los 10 y 25 años. El objetivo de esta operación, aseguró, es poder disponer de financiación y tener dinero para invertir en el futuro.

El presidente de la compañía expresó también su preocupación por el elevado importe de la deuda que mantienen los organismos públicos con la compañía eléctrica, que a 30 de abril de 1993 ascendía a 22.450 millones de pesetas y aseguró que la empresa está buscando fórmulas legales para frenar este proceso.

De Ybarra aseguró que la demanda eléctrica va a seguir cayendo a lo largo de este año como reflejo de la debilidad de la actividad económica. De hecho, en el avance de los datos de 1993 la demanda de energía eléctrica en el mercado de Sevillana ha descendido un 2,5% respecto al mismo periodo del año anterior y en la media del mercado peninsular ha caído un 3,8%.

El beneficio neto de Sevillana experimentó una disminución del 3,5% en 1992, después de que la compañía efectuara importantes dotaciones de provisiones. El beneficio bruto ascendió a 19.353 millones de pesetas, un 12,8% más que en 1991. La propuesta de dividendo que llevará a la Junta de Accionistas el próximo día 5 de junio será de 43 pesetas por acción, el mismo que viene repartiendo la compañía en los últimos ejercicios.

El endeudamiento financiero quedó situado en 415.096 millones de pesetas en 1992, un 3,6% más que el año anterior. La gran parte de este aumento corresponde al mayor valor por el que se contabilizan los créditos en moneda extranjera a causa de las dos, devaluaciones de la peseta.

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