Dinamarca decide hoy el futuro de una Europa en clima de recesión

Tres millones y medio de votantes daneses tienen hoy en sus manos el futuro de una CE a la que, hace casi un año, con su rechazo al Tratado de Unión Europea de Maastricht, contribuyeron a sumir en una tormenta monetaria y política sin precedentes. Todos los sondeos coinciden en que ahora ganará el sí. Puede ser el respiro que necesita una Europa que vive un clima de recesión. Ayer, el diario económico británico Financial Times aseguraba que la Comunidad corre peligro de sufrir este año un crecimiento negativo.

La CE revisará a la baja las previsiones de crecimiento para este año, asegur...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Tres millones y medio de votantes daneses tienen hoy en sus manos el futuro de una CE a la que, hace casi un año, con su rechazo al Tratado de Unión Europea de Maastricht, contribuyeron a sumir en una tormenta monetaria y política sin precedentes. Todos los sondeos coinciden en que ahora ganará el sí. Puede ser el respiro que necesita una Europa que vive un clima de recesión. Ayer, el diario económico británico Financial Times aseguraba que la Comunidad corre peligro de sufrir este año un crecimiento negativo.

La CE revisará a la baja las previsiones de crecimiento para este año, aseguraba el Financial Times y confirmaba ayer un portavoz comunitario. Se contaba con un 0,75% de crecimiento global, pero éste puede ser nulo e incluso negativo. Un panorama que puede forzar a varios de los Estados miembros a flexibilizar los criterios de convergencia.Un no en el referéndum de hoy caería como una bomba en una situación ya de por sí preocupante. El primer ministro de Dinamarca, Poul Nyrup Rasmussen, mostró ayer su confianza en que gane el y en que ello suponga "iniciar una nueva dinámica política en la CE". Ello haría posible el ingreso de Austria, Suecia, Finlandia y Noruega; la apertura comercial y política a los países del continente que estuvieron bajo la órbita soviética, y el cierre con éxito de las conversaciones de la Ronda Uruguay del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio). "Ya es hora de que Europa se ponga a trabajar", añadió.

Los partidarios del no, por su parte, se niegan a dar la batalla por perdida y recuerdan que también en el primer referéndum los sondeos pronosticaban su derrota. Un que para el primer ministro significaría progreso y reducción tributaria, pero que sus oponentes estiman que pondría en peligro los logros del Estado del bienestar con el aumento del paro, de la burocracia y del centralismo.

Páginas 2 y 53

Archivado En