Gala y los jóvenes

Después de leer el primer artículo de la serie que Antonio Gala dedicará a los jóvenes en El País Semanal tengo la necesidad de escribir esta pequeña carta para intentar dar una respuesta a su intención, así como pedirle encarecidamente que no cese en su intento.El señor Gala afirma que "es desconsolador escribir una carta que sabemos de antemano perdida" y repetidas veces escribe que lo más probable es que los jóvenes no le leerán. Yo soy una joven de 19 años y puedo afirmar que sí que le leen, al menos yo sí que lo hago.

Sé que no va a desistir en su objetivo de escribirnos, au...

Después de leer el primer artículo de la serie que Antonio Gala dedicará a los jóvenes en El País Semanal tengo la necesidad de escribir esta pequeña carta para intentar dar una respuesta a su intención, así como pedirle encarecidamente que no cese en su intento.El señor Gala afirma que "es desconsolador escribir una carta que sabemos de antemano perdida" y repetidas veces escribe que lo más probable es que los jóvenes no le leerán. Yo soy una joven de 19 años y puedo afirmar que sí que le leen, al menos yo sí que lo hago.

Sé que no va a desistir en su objetivo de escribirnos, aunque sólo sea porque somos los herederos y futuros poseedores de la Tierra, pero si en algún momento llega a dudar, por favor, no se rinda y continúe.

Como bien dice Antonio Gala, los jóvenes no somos iguales; somos tan diferentes, entre nosotros como podáis serlo los adultos. Nosotros nos encontramos en el maravilloso y dificil momento de nuestra existencia en el que debemos encontrar un sentido a nuestra vida, decidir qué caminos vamos a tomar y coger las riendas de nuestra propia vida.

No llego a entender por qué los adultos afirmáis tan tranquilamente que los jóvenes de hoy en día somos una masa inerte y conformista que acepta el mundo que ha heredado y que no tiene valores ni objetivos por los que luchar. Me opongo radicalmente a esta postura tan generalizada y que, según leo en el artículo, el señor Gala también comparte. Repito que los jóvenes no somos iguales, y partiendo de la premisa de que cada individuo es un mundo, muchos de estos jóvenes individuos pretendemos prolongamos y hacer cosas útiles y no solamente heredar el patrimonio que nos viene dado y ocupar el eslabón que nos toca en la cadena social de la que habla Antonio Gala.-