Jasbulatov acusa a la policía de provocar los sucesos del 1 de Mayo

Ruslán Jasbulátov, presidente del Parlamento ruso, acusó ayer las fuerzas de seguridad de provocar los enfrentamientos en los que culminó la manifestación convocada el sábado en Moscú por los grupos procomunistas y nacionalistas para conmemorar el Primero de Mayo, y que causaron más de 300 heridos. Jasbulátov ordenó ayer formar una comisión "para investigar las causas y circunstancias del uso de la fuerza contra los participantes en la manifestación pacífica".

La comisión está encabezada por el parlamentario Guennadi Benov, miembro de la fracción Unidad Rusa, opositora al Gobierno. ...

Ruslán Jasbulátov, presidente del Parlamento ruso, acusó ayer las fuerzas de seguridad de provocar los enfrentamientos en los que culminó la manifestación convocada el sábado en Moscú por los grupos procomunistas y nacionalistas para conmemorar el Primero de Mayo, y que causaron más de 300 heridos. Jasbulátov ordenó ayer formar una comisión "para investigar las causas y circunstancias del uso de la fuerza contra los participantes en la manifestación pacífica".

La comisión está encabezada por el parlamentario Guennadi Benov, miembro de la fracción Unidad Rusa, opositora al Gobierno. "Las fuerzas del orden público, en lugar de garantizar el transcurso pacífico de la marcha festiva, provocaron ellas mismas desórdenes y utilizaron la fuerza bruta para dispersar a los manifestantes", se dice en la declaración divulgada por Konstantín Zlobin, portavoz de Jasbulátov.Los grupos reformistas acusaron a los rojopardos -como llaman a la unión de nacionalistas y comunistas- de ser los culpables de los sangrientos enfrentamientos del sábado, y a la "dirección del Sóviet Supremo" de ponerse "del lado de las fuerzas extremistas".

En una cosa están de acuerdo reformistas y nacional-comunistas: en que los enfrentamientos fueron producto de una provocación. Esta palabra la usa tanto Lev Ponomariov, copresidente del movimiento Rusia Democrática, como Guennadi Ziugánov, líder del nuevo Partido Comunista de Rusia. Para el primero, la provocación viene de los rojopardos, que después de haber sido derrotados en el referéndum persiguen desestabilizar la situación política del país. Para el segundo, viene de las autoridades, que desean un pretexto para aplastar toda resistencia política al actual régimen.

Tanto los yeltsinistas como la oposición exigen que el Parlamento debata lo ocurrido. Viacheslav Vólkov, subjefe de la administración del presidente, ha pedido a los jefes de ambas cámaras del Sóviet Supremo que convoquen a una sesión del Parlamento antes de las cuatro de la tarde de hoy Vólkov dijo que si los dirigentes del Parlamento convocan un Congreso de Diputados extraordinario, Borís Yeltsin presentará en él varios decretos para proscribir "todas las organizaciones" responsables de las "provocaciones", es decir, el Frente de Salvación Nacional, Moscú Obrera, el Partido Comunista Obrero, el Partido Comunista de Rusia y la Unión de Oficiales.

De los cerca de 300 heridos el sábado, 39 siguen hospitalizados, algunos en estado grave. La noticia de la muerte de un policía, dada por varias agencias, aparentemente fue prematura: el agente estaría todavía vivo, pero agonizante.