AGF se enfrenta a Banesto por la gestión de La Unión y el Fenix

Assurances Générales de France (AGF) y Banesto se enfrentan abiertamente por la gestión de La Unión y el Fénix Español (UFE). La sociedad francesa (23,7% del capital de UFE) se ha negado en redondo a firmar las cuentas de la aseguradora española correspondientes al pasado ejercicio por discrepancias en la gestión, controlada por el banco (28,9% de] capital). Además, Banesto y AGF han roto, de momento, el principio, de acuerdo para intercambiar acciones. Este acuerdo habría supuesto a AGF pasar a tomar el control de La Unión y el Fénix -su principal objetivo- y a Banesto entrar en AGF.

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Assurances Générales de France (AGF) y Banesto se enfrentan abiertamente por la gestión de La Unión y el Fénix Español (UFE). La sociedad francesa (23,7% del capital de UFE) se ha negado en redondo a firmar las cuentas de la aseguradora española correspondientes al pasado ejercicio por discrepancias en la gestión, controlada por el banco (28,9% de] capital). Además, Banesto y AGF han roto, de momento, el principio, de acuerdo para intercambiar acciones. Este acuerdo habría supuesto a AGF pasar a tomar el control de La Unión y el Fénix -su principal objetivo- y a Banesto entrar en AGF.

La Unión y el Fénix celebró ayer un consejo de administración que no ha podido solventar las diferencias entre sus dos accionistas principales, Banesto y AGF. En juego estaba un intercambio de acciones en el que se ha contemplado, incluso, la fusión entre AGF España y La Unión y el Fénix.

Este intercambio era la segunda parte del acuerdo inicial que Banesto y AGF tramaron cuando constituyeron Corporation Banesto International, sociedad domiciliada en Holanda que controla el 52,6% del capital de UFE, aunque con predominio de Banesto.

AGF no ha podido conseguir su objetivo de pasar a controlar la gestión de la asegura dora española, cuestión que habría supuesto el lanzamiento de una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) Fuentes de AGF reconocen que el enfrentamiento puede dar lugar a su salida de UFE y, en consecuencia, a que Banesto se quede solo en el control de la aseguradora.

Más alianzas

Otras fuentes del sector han manifestado que la entidad pública francesa podría haber establecido contactos con otro grupo asegurador español de primer orden para consolidar el proyecto que había previsto llevar a cabo con UFE.

Las fuentes consultadas de AGF han rechazado este extremo. La empresa aseguradora, además, tiene el 2% de Banesto y sienta a su presidente, Michel Albert, en el consejo de administración de la entidad financiera.

El acuerdo para el intercambio de acciones entre AGF y Banesto, a través de UFE, anunciado el pasado 31 de marzo, estaba previsto que se firmara antes del consejo de ayer y, por ese motivo, las negociaciones se intensificaron en los días previos a esa reunión.

Pero las diferencias se profundizaron por la negativa de Banesto a ceder el control, según fuentes de la aseguradora española y del propio banco. AGF, ante eso, puso sobre la mesa del consejo de administración sus discrepancias sobre las cuentas del pasado ejercicio, que se basan, según un comunicado de La Unión y el Fénix, "en las reservas de siniestros pendientes del ramo de automóviles para la total liquidación de éstos".

La Unión y el Fénix segregó este ramo en una sociedad denominada Fénix Auto y AGF considera que Banesto sobrevaloró los activos. No obstante, las cuentas fueron respaldadas por la mayoría del consejo, controlado por Banesto y, al igual que el banco, presidido por Mario Conde.

Fuentes próximas a la entidad francesa han asegurado que las discrepancias se refieren a la gestión en general y no solamente a aspectos concretos. A pesar de las diferencias, fuentes de UFE han señalado que quieren entablar un clima de entendimiento para llegar a un acuerdo antes de la próxima junta general de accionistas, que se celebrará en el mes de junio.

La operación entre AGF y Banesto nació conflictiva, ya que el Ministerio de Economía la rechazó en un primer momento por hacerse desde un paraíso fiscal, evitando así pagos a Hacienda. Sin embargo, el Gobierno la aprobó finalmente, después de que Banesto introdujera varias modificaciones. La decisión supuso, no obstante, que el entonces director general de Seguros, Guillermo Kessler, abandonara el cargo.

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