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La discreta mejoría de la peseta, debida al descenso en la rentabilidad de los repos alemanes, ha permitido un pequeño respiro a la Bolsa española, aunque los inversores decidieron concentrar la mayor parte de sus esfuerzos en los valores más líquidos.Cinco valores acapararon más del 50% del total negociado, pero Repsol contribuyó con una aplicación de 758.000 títulos que sumaron más de 2.000 millones de pesetas.
Las cifras que se mueven en el mercado en estos días, ayer más de 16.500 millones de pesetas, son un exponente de la tranquilidad con que los inversores se mueven en este nivel...
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La discreta mejoría de la peseta, debida al descenso en la rentabilidad de los repos alemanes, ha permitido un pequeño respiro a la Bolsa española, aunque los inversores decidieron concentrar la mayor parte de sus esfuerzos en los valores más líquidos.Cinco valores acapararon más del 50% del total negociado, pero Repsol contribuyó con una aplicación de 758.000 títulos que sumaron más de 2.000 millones de pesetas.
Las cifras que se mueven en el mercado en estos días, ayer más de 16.500 millones de pesetas, son un exponente de la tranquilidad con que los inversores se mueven en este nivel de precios.
El índice se encuentra en una zona intermedia entre la resistencia del 240% y el punto de ruptura definitiva de la directriz bajista, un nivel en el que todo vale y en el que cualquier acontecimiento tiene una enorme capacidad de influencia en el mercado.
La dependencia directa del mercado de valores de la evolución de un solo factor, como es en estos momentos el tipo de cambio de la peseta, sirve para conocer los límites de la actual reacción alcista, aunque la Bolsa no buscaba argumentos de mucho más peso para salir de su anterior letargo.
El índice general subió finalmente un 0,3%, 74 centésimas, y el Ibex 35 ganó, por su parte, un 0,31%.