Las pugnas más esperadas

Quizás los 65.710 votantes inscritos en la circunscripción de Conflans-Saint-Honorine, cerca de París, no tengan en sus manos el destino del socialismo francés, como afirmaba el domingo por la noche un deprimido militante de este partido. Pero lo que es seguro es que decidirán la carrera política de Michel Rocard, el dirigente que aspira a reorganizar a la izquierda.Y Rocard lo tiene francamente difícil. El dirigente socialista sólo consiguió el domingo el 27,21% de los votos válidos, un 11% menos que su rival Pierre Cardo, alcalde de Chanteloup-les-Vignes, que se presenta por la UDF. La debil...

Quizás los 65.710 votantes inscritos en la circunscripción de Conflans-Saint-Honorine, cerca de París, no tengan en sus manos el destino del socialismo francés, como afirmaba el domingo por la noche un deprimido militante de este partido. Pero lo que es seguro es que decidirán la carrera política de Michel Rocard, el dirigente que aspira a reorganizar a la izquierda.Y Rocard lo tiene francamente difícil. El dirigente socialista sólo consiguió el domingo el 27,21% de los votos válidos, un 11% menos que su rival Pierre Cardo, alcalde de Chanteloup-les-Vignes, que se presenta por la UDF. La debilidad del voto comunista (4,54%) y ecologista (6,34%) le da pocas posibilidades frente a su adversario, que se beneficiará del voto del Frente Nacional (15,35%).

El otro dirigente carismático de la izquierda francesa, Bernard Tapie, empresario y presidente de un club de fútbol de Marsella, depende del voto comunista. El hombre de negocios consiguió el 25,60% de los votos que, sumados a los comunistas (19,31%) y a los ecologistas (5,76%), pueden permitirle alcanzar el escaño. Su rival del RPR, con un 24,28%, puede beneficiarse del apoyo de la extrema-derecha, muy importante en esta región.

El caso de Le Pen

Jean-Marie Le Pen, presidente del frente Nacional, llegó el domingo en cabeza en la tercera circunscripción de Niza con un 27,49% del electorado. Su drama consiste en conseguir el número de votos suficientes para hacer frente a la alianza del resto de las fuerzas políticas, que se unirán contra él. Pese al avance de la extrema derecha en la región, es dificil que Le Pen pueda llegar a conseguir el acta de diputado, al poner la izquierda todos sus votos en Rudy Salles, un candidato de la derecha con muchas conexiones con los clanes tradicionales de Niza.

Otro duelo de derechas es el que enfrentará en Lyón al alcalde, Michel Noir, en rebeldía frente a su antiguo partido, el RPR, y un candidato de la UPF. Noir, acusado de vinculaciones turbias con el mundo de los negocios, busca el voto de los socialistas y ecologistas para romper su empate con su rival, que recibirá el apoyo del Frente Nacional.

Lo que no habrá será el anunciado duelo de izquierdas entre Georges Marcháis, veterano secretario general del PC, y sus rivales, el socialista Alain Geismar, antiguo líder del Mayo 68, y el ecologista Alain Lipietz. Ambos no han conseguido pasar a la segunda vuelta, por lo que sus votos garantizan en principio la elección de Marcháis frente a su rival del RPR, que le ha superado por escasos votos en la primera vuelta. Sólo la abstención puede causar la derrota del dirigente comunista.