Washington, estación de la Antártida

Un temporal sin precedente de viento y frío afecta la costa este de Estados Unidos

La alarma sobre la situación en Rusia no ha disminuido, pero David Brinkley abrió ayer su célebre informativo dominical con la información sobre el tiempo. Ni Rusia ni Clinton ni Waco ni Bosnia: nadie se preocupa en Estados Unidos de otra cosa que no sea el tiempo, desde que el sábado pasado comenzó un temporal de nieve y viento que ha sido considerado corno uno de los peores del siglo, que ha causado al menos ochenta muertos y que ha paralizado casi por completo la actividad de las principales ciudades de la costa Este.Cómo será el temporal que el presidente no pudo cumplir su sesión diaria d...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La alarma sobre la situación en Rusia no ha disminuido, pero David Brinkley abrió ayer su célebre informativo dominical con la información sobre el tiempo. Ni Rusia ni Clinton ni Waco ni Bosnia: nadie se preocupa en Estados Unidos de otra cosa que no sea el tiempo, desde que el sábado pasado comenzó un temporal de nieve y viento que ha sido considerado corno uno de los peores del siglo, que ha causado al menos ochenta muertos y que ha paralizado casi por completo la actividad de las principales ciudades de la costa Este.Cómo será el temporal que el presidente no pudo cumplir su sesión diaria de jogging, el tráfico quedó interrumpido en la Quinta Avenida de Nueva York, la policía dio cuenta de la noche más pacífica del año en el Bronx, el diario The New York Times no acudió a su cita con el suscriptor y al menos 18 personas murieron de frío en Florida.

En 12 estados de la costa atlántica fue declarado el estado de emergencia, y la guardia nacional tuvo que acudir a despejar carreteras y asistir a familias aisladas. Los turistas podían esquiar frente a la Casa Blanca y los cristales de los rascacielos (le Manhattan reventaban por la presión del viento.

Los principales canales y emisoras organizaron equipos especiales de seguimiento del tiempo que, minuto a minuto, aconsejaban a la población a que permaneciese en sus casas. Las carreteras están heladas, el viento tumba árboles y provoca vendavales de nieve en los suburbios, la energía eléctrica y el cable de televisión quedaron interrumpidos durante horas en varias zonas.

Los meteorólogos pronosticaban que el temporal, que avanzaba hacia Canadá, comenzaría a remitir ayer, aunque persistirían los fríos casi polares. En Washington se ha llegado este fin de semana a temperaturas de veinte grados bajo cero, lo que, añadido al fortísimo viento, daba una medida de sensación de frío de casi cuarente grados bajo cero. En Boston, Nueva York y Chicago el frío era todavía superior.

La región de Florida, habitualmente cálida y apacible en esta época, fue especialmente afectada por los tornados, que destrozaron viviendas, derribaron tendidos eléctricos y causaron indirectamente la muerte de 18 personas.

Para alguien que nunca ha presenciado tal acumulación de nieve, la ciudad de Washington había variado este fin de semana su ordenada imagen tradicional para recordar a alguna remota estación de la Antártida. La gente, disfrazada con ropas de tejidos aislantes, se pasaba horas en las aceras despejando el hielo acumulado. La nieve bloqueaba las ventanas, creaba extrañas figuras blancas en las ramas de los árboles y dibujaba una silueta poética en todo el entorno. Afortunadamente era domingo y había tiempo de disfrutar de todo eso sin la angustia del tráfico de hora punta que convertirá hoy esa poesía en una pesadilla.

Archivado En