Tribuna:

En el díque seco

La Bolsa ha pasado de los altibajos provocados por la incertidumbre a la tranquilidad de quien no sabe qué hacer, actitud que se ha reflejado tanto en el índice general como en el volumen negociado. Los inversores han optado por el inmovilismo ante una situación que están muy lejos de controlar, sobre todo cuando nadie sabe qué va a pasar con la peseta, con los tipos de interés, o con el propio mercado de valores.El volumen negociado en esta sesión continúa excesivamente concentrado en los principales valores del Ibex 35 -cinco de ellos suman más del 50% del total- lo cual indica que el mercad...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Bolsa ha pasado de los altibajos provocados por la incertidumbre a la tranquilidad de quien no sabe qué hacer, actitud que se ha reflejado tanto en el índice general como en el volumen negociado. Los inversores han optado por el inmovilismo ante una situación que están muy lejos de controlar, sobre todo cuando nadie sabe qué va a pasar con la peseta, con los tipos de interés, o con el propio mercado de valores.El volumen negociado en esta sesión continúa excesivamente concentrado en los principales valores del Ibex 35 -cinco de ellos suman más del 50% del total- lo cual indica que el mercado de opciones y futuros tiene mucho que ver con la actual orientación de la Bolsa. Las opciones sobre acciones de Telefónica y Endesa, que comenzaban a negociarse ayer, sumaron 1.500 y 315 contratos, respectivamente, que representan el 11% y el 16% del mercado de efectivo. La jornada comenzó con un avance de algo más de un punto que muy pronto se desveló como una reacción puntual que se agotó ante la facilidad con que salía el papel. A partir de ese momento el mercado ofreció un completo equilibrio que indicaba que ni compradores ni vendedores se atrevían a tomar la iniciativa. Al cierre de la sesión el índice general ganó una décima, el 0,04%, mientras que el Ibex 35 perdía un 0,08%.

Archivado En