CONCEJALES DEL P. P. EN ACCIÓN

La discreta concejal

Que Ángel Matanzo, concejal de distrito sin apenas competencias, sea más conocido que el concejal de Urbanismo, con más poder, presupuesto e influencia, puede explicarse por la personalidad del ahora asesor del alcalde. Pero que Mercedes de la Merced, también presidenta de distrito y miembro de la dirección nacional del PP, empiece a repetirse en la prensa se debe, simplemente, a una mala elección.

La concejal quería un puesto discreto en el Ayuntamiento para no descuidar sus tareas en la calle de Génova, sede del partido. Y escogió una junta de distrito, aquella que más cerca le qu...

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Que Ángel Matanzo, concejal de distrito sin apenas competencias, sea más conocido que el concejal de Urbanismo, con más poder, presupuesto e influencia, puede explicarse por la personalidad del ahora asesor del alcalde. Pero que Mercedes de la Merced, también presidenta de distrito y miembro de la dirección nacional del PP, empiece a repetirse en la prensa se debe, simplemente, a una mala elección.

La concejal quería un puesto discreto en el Ayuntamiento para no descuidar sus tareas en la calle de Génova, sede del partido. Y escogió una junta de distrito, aquella que más cerca le quedaba de su otro despacho, el de secretaria de política municipal del PP. No reparó entonces en que en ese barrio podría hundirse trágicamente la marquesina de un cine o que un veterano actor le podría montar un número si le precintaba su café con una chapa. Esta acción, por cierto, se ganó el asentimiento de sus compañeros, algunos de los cuales presumen de haber cerrado más locales que Matanzo, aunque con mayor sigilo.

De la Merced, de 31 años, quiso ser discreta, pero se le fue la mano desde el principio. A los 10 días de mandato se autoproclamó pregonera de las fiestas del Carmen y lanzó su primera amenaza: derribar los arcos de Chamberí (el proyecto lleva paralizado 16 meses). Luego ordenó que se insonorizaran los locales de las zonas ambientalmente protegidas y batalló contra los Seven Eleven o los bares de Aurrerá. "Y lo que más me cabrea es que digan que no me gusta salir de noche", suele comentar.

Nueva imagen del PP

La concejal quería pasar inadvertida para no distraerse en su célebre ascenso por la política nacional. El partido la está cuidando con mimo y esmero para que dé la talla en nombre de la nueva imagen del PP, la contraria a la que representan concejales de Alvarez del Manzano que aún presumen de su pasado falangista. "Yo tenía 15 años cuando murió Franco", recuerda la edil. En aquella época, De la Merced se dedicaba a ganar pruebas de natación en Soria sin intervención de su padre, a la sazón delegado de Deportes.De la Merced ha conseguido, en un único combate televisivo con los pesos pesados del PSOE, llamar la atención de los columnistas políticos.

Ahora Alfonso del Real la ha puesto de nuevo en su sitio. Mientras lleguen otros destinos, De la Merced sigue siendo concejal de un distrito lleno de bares.

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El alcalde siempre la apoyó. A él no le importaría que los locales de Aurrerá se convirtieran en garajes, declaró una vez. Ahora sigue de su lado. Claro que Álvarez del Manzano también le dio la razón a Matanzo antes de mandarle al pasillo.

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