Reacción discreta

El mercado de valores de Barcelona reaccionó ayer de una forma muy discreta a la rebaja de los tipos en Alemania. La escasa animación contrastaba con las referencias obligadas a los grandes mercados europeos, que ayer apuntaban lo que debe ser el inicio de un cambio de tendencia. En Francfort, el dinero se canalizó claramente hacia las acciones de las grandes corporaciones base de la industria tradicional: automóviles y químicas; mientras que en el resto de los mercados internacionales todo se movió con impulsos desiguales aunque, en cualquier caso, con animación y pulso ascendentes.Puede deci...

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El mercado de valores de Barcelona reaccionó ayer de una forma muy discreta a la rebaja de los tipos en Alemania. La escasa animación contrastaba con las referencias obligadas a los grandes mercados europeos, que ayer apuntaban lo que debe ser el inicio de un cambio de tendencia. En Francfort, el dinero se canalizó claramente hacia las acciones de las grandes corporaciones base de la industria tradicional: automóviles y químicas; mientras que en el resto de los mercados internacionales todo se movió con impulsos desiguales aunque, en cualquier caso, con animación y pulso ascendentes.Puede decirse ya con más sosiego, 48 horas después de conocerse la decisión del Bundesbank de recortar los tipos, que los mercados de acciones se han tomado un respiro antes de caer en una avalancha de compras precipitadas. Es cierto que los títulos de renta variable presentan precios nominales aparentemente bajos, pero también lo es que esos mismos precios no son tan buenos cuando se los relaciona con los resultados de las compañías cotizadas. De ahí nace la explicable actitud prudente de los gestores de patrimonios y de los grandes fondos, que se lo pensarán dos veces antes de lanzar nuevas órdenes de compra.

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