El salto adelante de Aznar
La seguridad de mejorar los resultados de 1989 induce al líder popular a plantear batalla por la victoria
"¿La prueba de que esta vez vamos a ganar? Hemos hecho un programa concreto pero suficientemente ambiguo". La broma circula por Génova, 13, sede central de un PP volcado ahora en la preparación de su undécimo congreso. La fuerza política que fundó Manuel Fraga en octubre de 1976 aborda las próximas elecciones con una pretensión distinta a la de sobrevivir o preservar un espacio político. El PP está decidido a plantear batalla. El nuevo clima comenzó a fraguarse en otoño, a medida que las encuestas mostraban desgaste creciente del electorado socialista y mayor capacidad de atracción de los popu...
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"¿La prueba de que esta vez vamos a ganar? Hemos hecho un programa concreto pero suficientemente ambiguo". La broma circula por Génova, 13, sede central de un PP volcado ahora en la preparación de su undécimo congreso. La fuerza política que fundó Manuel Fraga en octubre de 1976 aborda las próximas elecciones con una pretensión distinta a la de sobrevivir o preservar un espacio político. El PP está decidido a plantear batalla. El nuevo clima comenzó a fraguarse en otoño, a medida que las encuestas mostraban desgaste creciente del electorado socialista y mayor capacidad de atracción de los populares. La próxima campaña electoral será distinta a todas.
VICTORINO R. DE AZÚA La nueva situación deducida de las encuestas permitió al presidente del partido y virtual candidato a la sucesión de Felipe González en la jefatura del Gobierno, José María Aznar, dar un paso adelante.
Con las encuestas en la mano, Aznar considera que ya ha ganado en el sentido de que ha logrado deshacer el hechizo que condenaba al PP a la inmovilidad electoral. "Tenemos asegurado, prácticamente en cualquier circunstancia, un avance de 20 o 25 diputados sobre los 107 de 1989", asegura una persona de su entorno político. "Por lo tanto, quedan fuera de circulación las hipótesis de sucesión, los tapados y las batallas intestinas".
Fortalecido en su posición interna, Aznar ha elegido una estrategia agresiva capaz de transmitir a los electores próximos pero ajenos el contagio del voto útil. Una estrategia para neutralizar la dispersión del electorado de centro-derecha en opciones regionalistas. "Para el votante de, Unión Valenciana o el del Partido Aragonés lo principal es desalojar al PSOE. Si se convencen de que nosotros podemos hacerlo, nos votarán". Ese es el razonamiento.
La dirección popular recibe periódicamente encuestas solventes, que le adjudican desde. hace meses una ventaja sobre el partido socialista en voto decidido. Es más resultado del deterioro del electorado socialista que del avance de los populares. De las filas del PSOE y de los huérfanos del CDS han ido cayendo hacia la abstención más y más votos hasta llenar una bolsa superior a los tres millones. El rasgo dominante de la situación, según los expertos -incluidos los del PP-, es esa masa de indecisos que dudan, quizá reflexionan, y al final van a decidir.
Cambio tranquilo
Aznar cuenta con atraer indecisos a base de una propuesta de cambio tranquilo, un asentamiento cada vez mayor en el espacio del centro y un programa político que, por primera vez, es el resultado de un trabajo programado y con voluntad de comprometer a todo el partido. "Hasta ahora, las cosas estaban tan claras que los programas se hacían en - unos días y por un equipo reducido", confiesa el secretario general, Francisco Álvarez Cascos."
"Esta vez no", agrega. "Trabajamos desde hace un año. Todo el partido ha masticado y digerido el programa". Tras una treintena de jornadas monográficas, se han redactado otras tantas ponencias con una crítica de los 10 años de gestión socialista y las propuestas de gobierno del PP. De ahí saldrá el programa electoral con el que Aznar espera, un día de octubre o noviembre, trasponer el umbral de La Moncloa. Para quedarse.
PROPUESTAS
REACTIVACIÓN ECONÓMICAMedidas fiscales y monetarias para reactivar el ahorro y la inversión, hasta llevar la tasa de formación de capital al 25% del PIB (aumento de tres puntos). Disposición a no seguir en el Sistema Monetario Europeo y a no defender la paridad de la peseta a cualquier precio. Congelación del gasto público, con intención de llegar a reducirlo.
Apoyo a las PYME. Medidas especiales para fortalecer la pequeña y mediana empresa, que representa más del 99,5% de las que cotizan a la Seguridad Social: reforma a la baja del impuesto de actividades económicas, actualización de las tablas de amortización y regularización de balances sin carga fiscal.
Fiscalidad. Aprobación de un Estatuto del Contribuyente que recoja sus obligaciones y derechos. Congelación de la presión fiscal. Refuerzo de la persecución del fraude. Reducción progresiva en cuatro años de los impuestos directos (IRPF), limitando el tipo marginal máximo al 40%. Reducción desde el 3% al 1% del IVA superreducido.
Seguridad Social. Aumento de la participación del Estado en su financiación y reducción drástica de las cuotas empresariales para acercarlas a la media europea.
SERVICIOS PÚBLICOS
Introducción de principios de admistración única para evitar iduplicidades entre ayuntamientos, comunidades autónomas y Administración central. Reducción de altos cargos y congelación de la plantilla de funciona, los cuatro próximos años.
Sanidad. Reforma en dos fases. Al final, el paciente podrá elegir entre cualquier médico u hospital del Insalud y optar entre red o seguros privados concertados. Eliminación de las listas de espera superiores a 30 días facilitando el diagnóstico o inetrvención subvencionados.
Enseñanza. Aumento del gasto el 6% del PIB en ocho años (incremento de dos puntos). Ampliación de la gratuidad de la enseñanza desde los 3 a los 18 años.
Vivienda. Construcción de un millón de viviendas en los próximos años. Supresión de la cargafiscal en el IRPF por tenencia de vivienda propia y reducción a la mitad de los impuestos por transmisiones. Elevación desde dos a tres millones del límite de renta para poder desgravar el 15% de lo pagado por alquileres.
Defensa. Aumento de los gastos hasta el 2% del PIB. Reducción de efectivos del Ejército de Tierra hasta 150.000 personas, la mitad profesionales.
DERECHOS Y LIBERTADES
Supresión de la Ley de Seguridad Ciudadana de los registros policiales sin mandato judicial. Rechazo de la tipificación del delito de difamación. Mantenimiento de la legislación sobre aborto, sin ampliar las posibilidades ni reducirlas. Desbloqueo de las listas electorales para que el votante pueda mostrar preferencias dentro de la misma candidatura.
Regeneración democrática. Reforma de la elección del Consejo General del Poder Judicial para que 12 de sus 21 miembros sean elegidos por los jueces. Devolución al consejo de la selección de jueces. Reforma del reglamento del Congreso: bastará una minoría cualificada para crear comisiones de investigación. Renuncia al sistema de reparto-cupo de los partidos en la elección del Tribunal de Cuentas.
Medios de comunicación. Apertura del Consejo de Administración de RTVE a representaciones sociales no partidistas. Privatización de la segunda cadena de televisión española con criterios de regionalización. A favor de suprimir las autonómicas de comunidades sin lengua distinta al castellano (Andalucía y Madrid). Autorización de televisiones locales. Tarifas especiales de servicios para diarios y revistas.
Droga. Sanción al consumo en público, incluida en el Código Penal. Tratamiento rehabilitador gratuito para todo toxicómano que lo solicite. Penas alternativas para los condenados que acepten un programa de rehabilitación. Cumplimiento íntegro de penas impuestas a narcotraficantes.
RIGOR Y AUSTERIDAD
Supresión inmediata de cinco ministerios (Cultura, Justicia, Asuntos Sociales, Industria y Portavoz del Gobierno) y de los altos cargos correspondientes. Sus funciones serían absorbidas por otros departamentos. Posible creación de un nuevo Ministerio de Medio Ambiente.
Política social. Jubilación a la carta, con obstáculos antes de los 65 años y ventajas si se retrasa hasta los 70. Facilidades para la jubilación parcial compatible con trabajo a tiempo parcial.
Privatizaciones. Determinar lo que debe retener el Estado y privatizar el resto de las empresas, en especial las que compiten en el mercado con sociedades privadas. Los ingresos por la venta se destinarán a amortizar la deuda pública.
INFRAESTRUCTURAS
Construcción de 5.400 kilómetros de carreteras de gran capacidad con características de autopista hasta completar una red de conexión entre todas las capitales de provincia. Inversión pública anual en torno al 1% del PIB. Apertura a la financiación privada y a fórmulas mixtas de cofinanciación por parte los usuarios y de quienes resulten beneficios por las nuevas vías de comunicación.
Ferrocarril. Separación de la gestión de la infraestructura ferroviaria (siempre a cargo del Estado) y la explotación. Separación de la gestión de líneas de largo recorrido y de cercanías. Conexión con la red europea de alta velocidad por Port Bou e Irún. Tarifas basadas en costes reales. Posibilidad de contratos y subvenciones del Estado para objetivos de interés general o social.
Comunicaciones. Fuerte reducción del gasto de la Compañía Telefónica y adecuación de las tarifas a los costes. Reducción de las tarifas internacionales. Reconversión y modernización de Correos para hacerlo competitivo.