La recesión dispara el paro en Italia
La producción industrial se encuentra este mes de enero en Italia un 3,7% por debajo de su nivel de hace un año; evolucionan también a la baja las carteras de pedidos y las ventas, incluidas las exportaciones, que no acusan el impacto positivo que cabría esperar de la devaluación de la lira; el déficit público no da señales de tregua y sólo la inflación, reducida hasta cerca del 4%, es fuente de un optimismo lastrado por el contexto recesivo. El paro se convierte, así, en la preocupación dominante.Se ha encargado de resaltar esta consecuencia inevitable que da tonos dramáticos a la crisis el p...
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La producción industrial se encuentra este mes de enero en Italia un 3,7% por debajo de su nivel de hace un año; evolucionan también a la baja las carteras de pedidos y las ventas, incluidas las exportaciones, que no acusan el impacto positivo que cabría esperar de la devaluación de la lira; el déficit público no da señales de tregua y sólo la inflación, reducida hasta cerca del 4%, es fuente de un optimismo lastrado por el contexto recesivo. El paro se convierte, así, en la preocupación dominante.Se ha encargado de resaltar esta consecuencia inevitable que da tonos dramáticos a la crisis el propio presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro, quien, en un discurso pronunciado el sábado pasado, advirtió al Gobierno sobre la necesidad de "proseguir con el máximo empeño los esfuerzos para afrontar con particular eficacia el grave problema" del desempleo.
Un informe elaborado por el Censis, un instituto sociológico democristiano de prestigio, calculó la semana pasada en 700.000 los puestos de trabajo que se perderán en Italia durante este año. Los sindicatos rechazaron inicialmente como exagerada esa valoración, que, sin embargo, parece corresponderse con las expectativas de medios empresariales y que elevaría a récords remotos en el tiempo un índice de paro ya situado en el 11,2% a finales del pasado año. En el sur de Italia el desempleo está alcanzando cotas de al menos el 35%. Y esto en un momento en el que el Gobierno sigue empeñado en la reducción de su déficit y en una política de recorte del empleo público.