El PP incluye en su programa reducir al mínimo los impuestos de la vivienda y promete un millón de pisos

El PP propondrá en su programa de gobierno una drástica reducción de la fiscalidad sobre la vivienda, al tiempo que se compro mete a promover la construcción de un millón de nuevos pisos en ocho años y a aumentar la oferta de alquiler. El programa, pendiente de aprobación en el congreso del partido, entre los próximos 5 y 7 de febrero, incluye una profunda reforma del sistema sanitario, con la eliminación de las listas de espera a base de subvencionar la. asistencia privada de quienes aguarden tratamiento más de 30 días, y la extensión de la enseñanza gratuita desde los 3 a los 18 años.
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El PP propondrá en su programa de gobierno una drástica reducción de la fiscalidad sobre la vivienda, al tiempo que se compro mete a promover la construcción de un millón de nuevos pisos en ocho años y a aumentar la oferta de alquiler. El programa, pendiente de aprobación en el congreso del partido, entre los próximos 5 y 7 de febrero, incluye una profunda reforma del sistema sanitario, con la eliminación de las listas de espera a base de subvencionar la. asistencia privada de quienes aguarden tratamiento más de 30 días, y la extensión de la enseñanza gratuita desde los 3 a los 18 años.

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El conjunto de medidas que la dirección del PP ha sometido a las bases del partido incluye propuestas que pueden considerarse sorprendentes, como una modificación de la proporción en que se financian en la actualidad la Seguridad Social y la asistencia sanitaria pública. El PP quiere aumentar la aportación del Estado a esos servicios y reducir la participación de las cuotas de los beneficiarios en el pago de la factura total.En la justificación de la propuesta no se emplean razones de solidaridad o mayor igualdad social, sino el desequilibrio que la situación actual genera para la economía española. Las empresas españolas ven aumentados sus costes y mermada su competitividad respecto al resto de la Comunidad Europea, según el PP, al pagar 11 puntos más que la media europea por cuotas a la Seguridad Social.

El programa de política económica y fiscal, que será presentado hoy oficialmente, incluye también una propuesta para reglamentar la regularización de balances de las empresas y la libertad de amortización de inversiones. La primera de estas medidas se ha adoptado ya en las tres provincias de la comunidad autónoma vasca.

Necesidad básica

La reducción de la carga fiscal de la vivienda se argumenta en el programa del PP porque ésta no es un signo de riqueza, sino una necesidad básica. Los populares quieren suprimir la imputación como renta en el IRPF de un porcentaje del valor de la vivienda. Ahora, al hacer la declaración debe añadirse a los ingresos el 2% del valor de la vivienda en propiedad.También se propone desgravar en el IRPF el 15% de las cantidades abonadas por alquiler de vivienda para rentas no superiores a tres millones de pesetas anuales. Esta propuesta mejora el tratamiento fiscal actual a quienes viven en alquiler, que desde este año pueden desgravar el 15% de lo que pagan, pero con un máximo de 75.000 pesetas y sólo si tienen rentas hasta dos millones anuales.

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Para relanzar el mercado del crédito hipotecario, destinado a financiar la construcción y adquisición de viviendas, también se propone desgravar el 15% de las cantidades invertidas en cédulas o bonos hipotecarios. El PP reduciría en la base imponible del impuesto del patrimonio, que afecta a las rentas más altas, el 50% del valor de la vivienda habitual, y con carácter general, el 50% de la base imponible en el impuesto de transmisiones patrimoniales y el IVA para la adquisición de viviendas.

Finalmente, el partido de José María Aznar incluirá en su programa un plan de choque para sacar al mercado de terrenos urbanizables "la mayor cantidad" de suelo del patrimonio público. Esta medida afectaría al suelo en poder del Ministerio de Defensa, Renfe, el Estado en general, las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

Otro aspecto crucial del plan de gobierno de los populares, según las ponencias del congreso, es una reforma sanitaria en profundidad. La reforma se acometería en dos fases. Como medida de choque para acabar con las listas de espera en las consultas y hospitales públicos, el PP anuncia que se subvencionará el diagnóstico o el tratamiento en centros ajenos cuando la espera sea superior a 30 días.

Al final de la reforma existirán un sistema público renovado y todas las fórmulas actuales de asistencia privada. Las medidas más destacadas en este apartado son la total libertad de elección por el paciente de médico u hospital en la red pública en cualquier punto de España, la subvención a quienes elijan la asistencia privada y renuncien a la pública, y la introducción en los centros sanitarios públicos de criterios de gestión privada para mejorar, según afirma el programa, la eficencia y la rentabilidad de los recursos.

Otras medidas significativas del programa del PP son:

Financiación de carreteras: Fórmula mixta con participación de los beneficiarios (usuarios, colectividades, colindantes, promotores y el Estado).

Valor de la peseta: Disposición a una nueva devaluación y a una rebaja de los tipos de interés para mejorar la competitividad exterior. La moneda está apreciada y no refleja la realidad económica española.

Flexibilización de las jubilaciones: Reforma gradual y consensuada para llegar a una fórmula a la carta entre los 60 y los 70 años, con obstáculos hasta los 65 e incentivos para quienes sigan hasta los 70.

Pensiones: Compromiso para que mantengan la capacidad adquisitiva y evolucionen según el crecimiento de los precios. Las nuevas vincularán su cuantía con la cotización realizada por el beneficiario.

Contratos temporales: Limitación a un máximo de dos años y prohibición de utilización encadenada.

Educación: Escolarización obligatoria hasta los 15 años (educación secundaria) y garantía de gratuidad "total y real" entre los 3 años (preescolar) y los 18 (bachillerato). Los presupuestos educativos creceran cada año el IPC más el 0,25% del PIB (producto interior bruto). A este ritmo, el Partido Popular cree que en ocho años se llegará a dedicar a educación la media europea, un 6% del PIB.

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