El club se pone del lado de Luis

J. M., El enfrentamiento entre Luis Aragonés y Futre es la clave de todo el conflicto. Unas críticas del técnico vertidas el pasado sábado después del encuentro ante el Madrid y la respuesta del jugador el pasado lunes desbordaron los acontecimientos. El club, que había tratado de mantenerse al margen, tuvo que intervenir. Y optó por respaldar al entrenador, por ponerse de su lado.

"Luis está en la línea que yo quiero", afirmó ayer Jesús Gil, "porque hace lo que tiene que hacer. El entrenador viene reiterando que Futre no se entrena como él quisiera y como presidente del Atlético ya...

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J. M., El enfrentamiento entre Luis Aragonés y Futre es la clave de todo el conflicto. Unas críticas del técnico vertidas el pasado sábado después del encuentro ante el Madrid y la respuesta del jugador el pasado lunes desbordaron los acontecimientos. El club, que había tratado de mantenerse al margen, tuvo que intervenir. Y optó por respaldar al entrenador, por ponerse de su lado.

"Luis está en la línea que yo quiero", afirmó ayer Jesús Gil, "porque hace lo que tiene que hacer. El entrenador viene reiterando que Futre no se entrena como él quisiera y como presidente del Atlético ya no acepto más caprichos".

La postura del Atlético obedece, según algunas fuentes consultadas, a motivos económicos. La entidad necesita dinero con urgencia, como han reconocido sus propios directivos, y desprenderse del portugués resulta más ventajoso en este sentido. Otras fuentes, incluso, aseguran que el conflicto Luis-Futre es una estrategia que parte del propio club: utiliza al técnico para justificarse socialmente y acelerar el traspaso del futbolista.

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Entre tanto, Luis Aragonés trata de conservar la calma. "Cuando un entrenador", indicó ayer para justificar su actitud, "cree que debe decir algo, lo dice y punto. No me arrepiento de nada, porque cuando digo algo lo pienso antes. Mi actuación fue para defender a muerte a la entidad, al jugador y lograr salir de la dificil situación deportiva por la que pasa el equipo. Un jugador tiene que hacer lo que le dice el entrenador".

Luis se mostró escéptico con la forma en la que Futre encajó sus declaraciones: "Su reacción no me interesa ahora, sino a la larga. Es normal que cuando un futbolista no juega o se le critica se enfade, si no no me valdría. Vamos a esperar lo que pasa. La reacción momentánea no me vale".

El técnico quiso dejar claro que con sus declaraciones no trató de desviar la culpabilidad de la mala situación deportiva del equipo hacia Futre. "Creí que mis palabras", afirmó, "se iban a entender como un mensaje intencionado hacia Futre. Nunca quise echarle la culpa de la situación. El máximo responsable soy yo y, por tanto, el máximo culpable".

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