Cartas al director

Recompensas

Nunca esperé del Estado una medalla por los treinta y tantos años de servicios intachables y entusiastas como profesor de enseñanza media. He aquí las recompensas con que he sido agraciado este año: 1) Doce meses de servicios satisfactorios como profesor asociado sin cobrar un duro, rematados con la decisión unilateral y arbitraria de no prorrogar el contrato, y ello en el momento mismo de la liquidación de los haberes atrasados. 2) Mi eliminación, de forma no menos peculiar, del concurso a una plaza de profesor universitario. Tónica general: la celeridad gal...

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Nunca esperé del Estado una medalla por los treinta y tantos años de servicios intachables y entusiastas como profesor de enseñanza media. He aquí las recompensas con que he sido agraciado este año: 1) Doce meses de servicios satisfactorios como profesor asociado sin cobrar un duro, rematados con la decisión unilateral y arbitraria de no prorrogar el contrato, y ello en el momento mismo de la liquidación de los haberes atrasados. 2) Mi eliminación, de forma no menos peculiar, del concurso a una plaza de profesor universitario. Tónica general: la celeridad galopante de la comisión juzgadora, que sugería cualquier cosa menos seriedad e imparcialidad.Quisiera confiar en que mis hijos, todos universitarios, conozcan algún día una renovación profunda de la Universidad en la que, atendiendo preferentemente a los intereses de los alumnos y facilitando la igualdad de oportunidades, se haga realidad la calidad de la enseñanza. -

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