¿Por qué no las emulamos?

Si tomamos un transporte público (autobús o metro) sobre las ocho de la mañana y nos disponemos a observar detenidamente lo que acontece en nuestro entorno, veremos a un gran número de muchachas con su mirada absorta en un libro, en una proporción muy superior a la de los hombres, los que, por regla general, o van medio dormidos o leyendo algún periódico deportivo.Y digo yo: ¿si tantas veces las mujeres han intentado imitar al hombre, por qué, aunque solamente sea en esta ocasión, nosotros no emulamos a estas mujeres?-...

Si tomamos un transporte público (autobús o metro) sobre las ocho de la mañana y nos disponemos a observar detenidamente lo que acontece en nuestro entorno, veremos a un gran número de muchachas con su mirada absorta en un libro, en una proporción muy superior a la de los hombres, los que, por regla general, o van medio dormidos o leyendo algún periódico deportivo.Y digo yo: ¿si tantas veces las mujeres han intentado imitar al hombre, por qué, aunque solamente sea en esta ocasión, nosotros no emulamos a estas mujeres?-