Una mujer espera cuatro días caída en el pasillo de su casa sin ser auxiliadada

El día de la lotería, anteayer, los bomberos de Madrid tuvieron que rescatar a cuatro ancianas que vivían solas en casa. Una de ellas, Aurora Lagares Suárez, de 65 afios, llevaba cuatro días pidiendo auxilio tendida en el pasillo, después de caerse de una banqueta. Cuando llegan las vacaciones, es frecuente este tipo de salidas aseguraba ayer un portavoz de los bomberos.

"El viernes estaba limpiando un armario, subida a una banqueta, y me caí. Me quedé tendida en el suelo del pasillo cuatro días y cuatro noches", relataba ayer Aurora Lagares, en una conversación telefónica desde la ...

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El día de la lotería, anteayer, los bomberos de Madrid tuvieron que rescatar a cuatro ancianas que vivían solas en casa. Una de ellas, Aurora Lagares Suárez, de 65 afios, llevaba cuatro días pidiendo auxilio tendida en el pasillo, después de caerse de una banqueta. Cuando llegan las vacaciones, es frecuente este tipo de salidas aseguraba ayer un portavoz de los bomberos.

"El viernes estaba limpiando un armario, subida a una banqueta, y me caí. Me quedé tendida en el suelo del pasillo cuatro días y cuatro noches", relataba ayer Aurora Lagares, en una conversación telefónica desde la habitación 890 de la clínica de la Concepción, donde se encuentra ingresada.Las cataratas la retiraron hace unos cuatro años de su profesión de modista. "Con las ventanas cerradas por el frío [no tiene calefacción], nadie me oía", explicaba, antes de admitir con voz apagada: "El pis era lo que me daba más frío". Se había arrastrado hasta el dormitorio para cubrirse con unas sábanas. "No soy viuda, tampoco divorciada, pero mi marido vive en Alemania con otra mujer", matizó.

Alrededor de las tres de la tarde del pasado martes, los bomberos forzaron con una barra de hierro la puerta del piso cuarto derecha de la calle de Pelayo, 21, en el dédalo de callejuelas del distrito de Centro. Los vecinos de Aurora Lagares ya habían oído sus quejas.

Los sanitarios del Servicio de Ambulancia Municipal de Urgencias (Samur) vieron la luz encendida. "Lo primero que pidió fue un vaso de agua", informaron. Luego la trasladaron al hospital Clínico, donde fue atendida de una hemiplejía que le paralizó el lado izquierdo del cuerpo. Al final quedó,ingresada en la cercana clínica de la Concepción. "Creo que pasaré en el hospital la Nochebuena", se resignaba la paciente, acostumbrada a pasar a solas las fiestas navideñas.

La cadena estaba echada

"Este tipo de actuaciones suele ser muy frecuente cuando se acercan los periodos de vacaciones", puntualizó ayer un portavoz de los bomberos del Ayuntamiento de Madrid con aire de rutina.A las siete de la tarde del martes, los bomberos también se acercaron a la casa de Carmen Boante Vázquez, de unos 80 años, que también se había caído en el pasillo de su casa, en el número 41 de la calle de Cristóbal Bordiú (Chamberí). Un familiar de la anciana acertó a encontrar la llave del piso, pero estaba echada la cadena de seguridad. "No sentía las piernas, y sufría una lesión en la columna", señalaron los sanitarios del Samur.

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Como su estado no revestía gravedad, los médicos avisaron a una asistente social. ¿El diagnóstico?: soledad. Una vecina del inmueble aseguró ayer que Carmen Boante se encontraba ya en compañía de unos familiares.

Más tarde, en la calle de Arenas de Iguña, 28 (distrito del Puente de Vallecas), los bomberos tuvieron que evacuar a Eusebia Sabadiego Torroba, de 63 años y con más de 100 kilos de peso. Fueron requeridos porque no había otra forma de trasladarla. Y también en la calle de Andorra, 17 (Hortaleza), María González Seco, de 80 años, fue rescatada de su casa cerca de las nueve de la noche. Esta vez, los bomberos reventaron una reja de su ventana, en la planta baja, para poder auxiliarla.

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