La Guardia Civil busca en Santander a otros dos miembros de los GRAPO
La Guardia Civil proseguía ayer en Santander la búsqueda de dos personas no identificadas -presumiblernente un hombre y una mujer- pertenecientes al comando de los GRAPO desarticulado anteayer tras el atraco al hipermercado Pryca, que permitió detener a la dirección de la banda. El ministro del Interior, José Luis Corcuera, manifestó ayer su satisfacción por esta acción, del instituto armado, pero advirtió que los GRAPO todavía no han sido desarticulados: "Nunca hemos dicho que han sido desarticulados porque mientras quede un solo terrorista en libertad que tenga por objeto atentar cont...
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La Guardia Civil proseguía ayer en Santander la búsqueda de dos personas no identificadas -presumiblernente un hombre y una mujer- pertenecientes al comando de los GRAPO desarticulado anteayer tras el atraco al hipermercado Pryca, que permitió detener a la dirección de la banda. El ministro del Interior, José Luis Corcuera, manifestó ayer su satisfacción por esta acción, del instituto armado, pero advirtió que los GRAPO todavía no han sido desarticulados: "Nunca hemos dicho que han sido desarticulados porque mientras quede un solo terrorista en libertad que tenga por objeto atentar contra la seguridad de los ciudadanos no podemos bajar la guardia".Laureano Ortega y Elvira Diéguez fueron trasladados ayer a Madrid para pasar a disposición de la Audiencia Nacional. Mientras, Encarnación León Lara, gravemente herida de un disparo, evoluciona favorablemente en el hospital Valdecilla.
Los grapos disponían de una pequeña infraestructura en Santander. La Guardia Civil localizó a última hora de ayer la vivienda utilizada por los detenidos, en el 71 piso, letra A, de la calle de Fernando de los Ríos, 50, de Santander. El piso estaba "completamente limpio", según fuentes de la investigación. La sospecha de que la banda tenía conexiones en Cantabria figuraba en los documentos de la llamada Operación Sol, nombre en clave de la lucha contra los GRAPO.
Una hermana y un hermano de Laureano Ortega residen en Cantabria, y en un pueblo situado a 20 kilómetros de Santander viven dos mujeres que fueron condenados por pertenecer a la organización y que ahora llevan una vida que no suscita sospechas, según las fuentes consultadas.