Tribuna:

Calma relativa

La jornada de cierre semanal ha supuesto un obstáculo importante para las pretensiones institucionales, ya que la inversión a corto plazo ha retirado sus apuestas y el volumen negociado deja mucho que desear de cara al posible apoyo de este segmento del mercado en las próximas sesiones. Las cotizaciones apenas consiguieron despegarse de su nivel anterior, al menos las que ponderan en el índice general, y todo apunta a una acumulación de tensiones para la semana que viene.El volumen negociado, poco más de 13.000 millones de pesetas, estuvo apoyado por una aplicación de casi 2.000 millones de pe...

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La jornada de cierre semanal ha supuesto un obstáculo importante para las pretensiones institucionales, ya que la inversión a corto plazo ha retirado sus apuestas y el volumen negociado deja mucho que desear de cara al posible apoyo de este segmento del mercado en las próximas sesiones. Las cotizaciones apenas consiguieron despegarse de su nivel anterior, al menos las que ponderan en el índice general, y todo apunta a una acumulación de tensiones para la semana que viene.El volumen negociado, poco más de 13.000 millones de pesetas, estuvo apoyado por una aplicación de casi 2.000 millones de pesetas sobre títulos del Bilbao-Vizcaya. Esta caída en el negocio es uno de los datos a tener en cuenta para las próximas sesiones, pues indica que la especulación se ha desinteresado del mercado sólo para evitar el riesgo de, quedarse con el papel.

Ni siquiera la apertura positiva de Nueva York consiguió que el mercado español se anotara una mejora en los momentos finales de la sesión, algo que deja en la cuerda floja las perspectivas alcistas que habían forjado las instituciones.

El índice general termina esta jornada ganando 0,52 puntos, un 0,24%, que mantiene este indicador en la zona tranquila. El Ibex 35 terminó subiendo un 0,41%.

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