Tribuna:

El país de las maravillas

La Bolsa ha confirmado con su última actuación que el análisis fundamental, aquel que se basa en la evolución de distintas variables económicas, no es una herramienta adecuada para los tiempos que corren. El índice subió ayer un 2,55%, 5,27 puntos, que le sitúan por encima de la resistencia del 210% y suponen la superación de la tendencia a la baja, naturalmente en opinión del análisis gráfico. Los analistas, que utilizan ambos métodos indistintamente, no entienden prácticamente nada de lo que sucede en el mercado y algo parecido le pasa a la resucitada barandilla, que ha entrado tarde y sin e...

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La Bolsa ha confirmado con su última actuación que el análisis fundamental, aquel que se basa en la evolución de distintas variables económicas, no es una herramienta adecuada para los tiempos que corren. El índice subió ayer un 2,55%, 5,27 puntos, que le sitúan por encima de la resistencia del 210% y suponen la superación de la tendencia a la baja, naturalmente en opinión del análisis gráfico. Los analistas, que utilizan ambos métodos indistintamente, no entienden prácticamente nada de lo que sucede en el mercado y algo parecido le pasa a la resucitada barandilla, que ha entrado tarde y sin estar demasiado convencida de lo que hace. A estas alturas nadie sabe quién empezó a comprar y de dónde han salido los 31.226 millones de pesetas que se negociaron ayer -hubo rumor de compras de extranjeros desde primeras horas de la mañana- pero la Bolsa ha iniciado una subida que nadie quiere perder.El volumen negociado en esta sesión apenas cambia nada respecto de las jornadas anteriores, pues otra vez son diez valores los que acaparan el 75% del negocio, aunque hay que tener en cuenta que ayer hubo margen de maniobra para casi todos. Al cierre seagolpaban las órdenes de compra hasta el punto de acelerar aún más el proceso alcista. El Ibex 35 ganó un 3,33%.

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