EL PRI y la oposicion mexicana disputan sin tensiones el gobierno de tres Estados

Tres Estados mexicanos, Puebla, Tamaulipas y Sinaloa, celebran hoy elecciones a gobernador en un ambiente de menos crispación política que las dos consultas del pasado verano, pero de mayor competitividad entre la oposición y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que parte relativamente como favorito. La oposición ha anunciado que esperará al día después para denunciar si nuevamente el fraude va a salpicar unos comicios en México.

Las elecciones de hoy son las primeras que se celebran después de que el presidente Carlos Salinas de Gortari anunciara, para acabar con los escándal...

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Tres Estados mexicanos, Puebla, Tamaulipas y Sinaloa, celebran hoy elecciones a gobernador en un ambiente de menos crispación política que las dos consultas del pasado verano, pero de mayor competitividad entre la oposición y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que parte relativamente como favorito. La oposición ha anunciado que esperará al día después para denunciar si nuevamente el fraude va a salpicar unos comicios en México.

Las elecciones de hoy son las primeras que se celebran después de que el presidente Carlos Salinas de Gortari anunciara, para acabar con los escándalos políticos que salpicaron los comicios de Michoacán, que no aceptará en ningún caso negociaciones poselectorales que tengan como fin derribar a los gobernadores electos de su partido.En Michoacán, su gobernador electo terminó renunciando porque el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ejerció una presión popular tan fuerte que, para evitar la violencia, el Gobierno tuvo que ceder y nombrar un gobernador interino. El año anterior pasó lo mismo en San Luis Potosí y Guanajuato.

De los tres Estados que eligen gobernadores -también se renuevan ayuntamientos y diputaciones locales-, en Tamaulipas (noreste del país) la oposición, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido de Acción Nacional (PAN), va junta en una coalición, que encabeza un veterano político antipriista, Jorge Cárdenas, ex alcalde de Matamoros. Esta fórmula se ensayó el año pasado en San Luis Potosí, con el fallecido doctor Salvador Nava, y acabó provocando una fuerte confronta ción que obligó al Gobierno, acusado de fraude, a utilizar como salida pacificadora las negociacioes postelectorales. En las otras dos elecciones de hoy -Sinaloa (noroeste mexicano) y Puebla (limítrofe al Distrito Federal)-, la oposición va por separado. Sin renunciar a sus aspiraciones a la gobernatura, tanto el PRD como el PAN han centrado su estrategia en hacerse con los municipios importantes.

El Gobierno de Salinas se juega especialmente su prestigio en Puebla, ya que el candidato a gobernador por el PRI es Manuel Bartlett, que renunció hace unos meses como secretario de Educación para presentarse a estos comicios. Bartlett no sólo ha sido ministro con Salinas, sino también titular de la poderosa cartera de Gobernación con el anterior presidente Miguel de la Madrid.

El candidato ahora a gobernador de Puebla fue, por su cargo en Gobernación, el responsable de las elecciones presidenciales de 1988, que llevaron a Salinas en precario al poder y que levantaron las iras de la oposición por entender que el proceso resultó fraudulento. El PRD de Cuauhtémoc Cárdenas, que se autoproclamó vencedor, aún no ha olvidado esta irregular elección y defiende todavía que la presencia de Salinas en la presidencia de la República es ilegítima.

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