La CEOE aprecia en la economía síntomas inquietantes "para toda la sociedad"

La patronal CEOE considera, en su último boletín de coyuntura, que el balance de la economía española es "preocupante" en 1992 y presenta síntomas inquietantes para toda la sociedad" en 1993, especialmente para quienes "no encuentran un empleo o ven peligrar el suyo".En opinión de los empresarios, "no habrá recuperación posible si los salarios no registran una profunda desaceleración en los próximos meses". Según la patronal, el aumento de los costes laborales, financieros, fiscales y energéticos de las empresas "tiene su reflejo en el enorme aumento de la morosidad y de las suspensiones de pa...

La patronal CEOE considera, en su último boletín de coyuntura, que el balance de la economía española es "preocupante" en 1992 y presenta síntomas inquietantes para toda la sociedad" en 1993, especialmente para quienes "no encuentran un empleo o ven peligrar el suyo".En opinión de los empresarios, "no habrá recuperación posible si los salarios no registran una profunda desaceleración en los próximos meses". Según la patronal, el aumento de los costes laborales, financieros, fiscales y energéticos de las empresas "tiene su reflejo en el enorme aumento de la morosidad y de las suspensiones de pagos".

El boletín de la CEOE señala también que, en este contexto de debilidad económica y de desequilibrios internos, "no hay forma de que pueda prosperar a corto plazo ninguna política de signo expansivo", y añade que los Presupuestos del Estado para 1993 presentan una línea expansiva en el gasto y en el déficit, "por lo que el problema financiero público seguirá creando dificultades sobre la política monetaria y los tipos de interés".

Según la CEOE, no existe margen de maniobra para impulsar la actividad, y recuerda la elevada tasa de inflación subyacente, así como el saldo negativo registrado en el sector exterior hasta el pasado mes de septiembre.Para la patronal, un aspecto positivo es el cambio de actitud que se ha registrado, de forma que ha calado en el conjunto de la sociedad la "cultura de la crisis", que consiste en expresar "con claridad y realismo la situación económica que se está viviendo" para evitar que los agentes económicos se comporten "como si nada estuviese ocurriendo" y colaboren a resolver los problemas.