Tribuna:

Inercia ajena

La Bolsa española se ha agarrado al avance del mercado estadounidense como a un clavo ardiendo, ya que todo el mundo sabía que se trata de una apuesta a corto plazo disfrazada de tradición pero, al parecer, perfectamente válida para justificar la permanencia del índice en las proximidades del 200%. Con todo, la subida inicial tuvo todo el carácter de una colocación de papel que, tras ser advertida, dio paso a un enfriamiento del mercado. Mientras que en la Bolsa se sucedían estas escaramuzas entre papel y dinero, el mercado monetario se preparaba para hacer frente a la subasta decenal de diner...

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La Bolsa española se ha agarrado al avance del mercado estadounidense como a un clavo ardiendo, ya que todo el mundo sabía que se trata de una apuesta a corto plazo disfrazada de tradición pero, al parecer, perfectamente válida para justificar la permanencia del índice en las proximidades del 200%. Con todo, la subida inicial tuvo todo el carácter de una colocación de papel que, tras ser advertida, dio paso a un enfriamiento del mercado. Mientras que en la Bolsa se sucedían estas escaramuzas entre papel y dinero, el mercado monetario se preparaba para hacer frente a la subasta decenal de dinero. La demanda de liquidez es muy alta y el banco emisor tuvo que penalizar por ello al mercado el lunes, pero nadie espera que esa actitud tenga trascendencia alguna en el precio oficial del dinero.Al margen de los escasos acontecimientos del entorno, la Bolsa sigue centrada en la actividad institucional, con mas del 63% del total negociado -9.000 millones de pesetas- concentrado en cinco valores, cifra que llega casi al 80% para las diez sociedades más contratadas, que quiere decir que el 20% restante se lo tienen que repartir entre más de 200 valores. El índice se anota una subida del 0,95%, 1,87 puntos, mientras que el Ibex 35 ganó un 1,04%.

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