Un nuevo conflicto en el Cáucaso obliga a reunirse al Consejo de Seguridad ruso

Un nuevo conflicto armado estalló ayer en el Cáucaso, esta vez dentro de las fronteras de la Federación Rusa. En los primeros combates, que han producido decenas de muertos y heridos, han intervenido vehículos blindados, artillería pesada y lanzagranadas, según la agencia oficial Itar-Tass. El presidente del Consejo de Defensa de Osetia del Norte, Ajsarbek Galazov, explicó ayer que los ingushes "atacaron puestos militares, capturaron material militar y armas de fuego y tomaron como rehenes a soldados y a policías de Osetia del Norte y de la Federación Rusa". "Hay muertos y heridos en ambas par...

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Un nuevo conflicto armado estalló ayer en el Cáucaso, esta vez dentro de las fronteras de la Federación Rusa. En los primeros combates, que han producido decenas de muertos y heridos, han intervenido vehículos blindados, artillería pesada y lanzagranadas, según la agencia oficial Itar-Tass. El presidente del Consejo de Defensa de Osetia del Norte, Ajsarbek Galazov, explicó ayer que los ingushes "atacaron puestos militares, capturaron material militar y armas de fuego y tomaron como rehenes a soldados y a policías de Osetia del Norte y de la Federación Rusa". "Hay muertos y heridos en ambas partes", precisó.De acuerdo con las autoridades de la zona, grupos de Ingushes, procedentes de la vecina Ingushetia, lanzaron durante la madrugada de ayer un ataque contra poblaciones situadas en las afueras de VIadikavkaz, la capital de la República de Osetia del Norte, en un intento de recuperar las tierras que les fueron expropiadas por Stalin. Ambos territorios forman parte de la Federación Rusa.

Los enfrentamientos armados llevaron a la convocatoria de una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad ruso, bajo la presidencia de Borís Yeltsin, para analizar la situación. El presidente ruso regresó de forma precipitada de su viaje a Astraján, en el sur de Rusia.

3.000 policías

Las autoridades locales decretaron de inmediato el toque de queda y pidieron ayuda a Moscú, que ayer mismo envió 3.000 policías de los cuerpos especiales para tratar de restaurar el orden, según la agencia rusa RIA. También se desplazó inmediatamente a la zona Georgi Jizhá, uno de los viceprimeros ministros de Borís Yeltsin.

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Al estallar el conflicto dentro de sus propias fronteras, las fuerzas rusas han podido intervenir con rapidez, al contrario de lo que sucedió en meses anteriores en Osetia del Sur y Abjazia, repúblicas ambas integradas en Georgia.

El ingush es uno de los pueblos castigados por Stalin por colaborar con los nazis durante la II Guerra Mundial. Decenas de miles de ingushes fueron deportados, y aunque pudieron regresar a sus tierras a partir de 1957, parte de ellas estaban ya adscritas a la República de Osetia del Norte y ocupadas por osetios. Son esos territorios los que ahora pretenden recuperar por la fuerza.

. Por otra parte, Rusia puede tomar represalias contra la república autónoma de Tatarstán si prospera el proyecto de su constitución en un Estado soberano, según ha manifestado el secretario de la Comisión Constitucional rusa, Oleg Rumiantsev.

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