RELIGIÓN

Frenar a las sectas en América Latina, prioridad de la cumbre de Santo Domingo

La Iglesia católica de América Latina y el Caribe recurrirá al puerta a puerta para recoger a sus ovejas descarriadas y combatir el avance de las sectas. Esta intención figura en el borrador del documento final de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que concluye hoy. El texto, sometido a enmiendas hasta la madrugada de ayer, sugiere la necesidad de establecer un nuevo orden moral basado en la cultura cristiana para América Latina, tierra a la que considera por vez primera como cantera de misioneros para evangelizar otros continentes.

El documento critica a los laic...

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La Iglesia católica de América Latina y el Caribe recurrirá al puerta a puerta para recoger a sus ovejas descarriadas y combatir el avance de las sectas. Esta intención figura en el borrador del documento final de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que concluye hoy. El texto, sometido a enmiendas hasta la madrugada de ayer, sugiere la necesidad de establecer un nuevo orden moral basado en la cultura cristiana para América Latina, tierra a la que considera por vez primera como cantera de misioneros para evangelizar otros continentes.

El documento critica a los laicos que viven incoherentemente su fe y les insta a actuar como motores del cambio, de la "nueva evangelización".La "nueva evangelización" anunciada por Juan Pablo II pretende hacer frente al secularismo y al avance de las sectas cristianas fundamentalistas en este continente, "que insisten en que sólo la fe en Jesucristo salva" y "evocar la proximidad del fin del mundo, el juicio próximo". Para combatir esta situación, el episcopado latinoamericano declara como "única opción" Jesucristo, ayer, hoy y siempre, y coloca en situación preferente de su tarea evangelizadora a Jesús, de forma que: se consigan adhesiones incondicionales a su persona y obra, la Iglesia católica.

Del documento se desprende que, además de los emigrantes y las personas sencillas, son tierra abonada para las sectas quienes, bautizados, han abandonado su fe. Contra esta situación, la iglesia, dice el texto, "debe salir al encuentro de estas familias" y organizar campañas misioneras, "entre las que pueden destacarse las visitas domiciliarias".

Nuevo orden moral

Los laicos son el instrumento principal para la "nueva evangelización". Por ello, y después de la opción preferencial por los pobres, la línea prioritaria por los laicos fue la más votada por las comisiones constituidas en la Conferencia de Santo Domingo. Están llamados "a ser el alma en todos los ambientes de la vida social" y "a comprometerse según su vocación y capacidad en la 'nueva evangelización' en cuestiones políticas, económicas, científicas o aquellas relacionadas con los medios de comunicación".Los laicos cristianos, dice el texto, han de asumir el diálogo con el Norte "a través de los canales de la Iglesia católica y de otros movimientos ecológicos y ecuménicos para hacer frente a los atentados contra la naturaleza", "han de emprender una actuación política dirigida al saneamiento, al perfeccionamiento de la democracia" y deben participar activamente en la promoción de un nuevo orden económico más justo.

Los prelados entienden que el capitalismo es perfectible y condenan el neoliberalismo. Sin embargo, los obispos no han acuñado en el borrador del documento el nombre de una tercera vía que han defendido durante esta conferencia con el término de "Economía cristiana de mercado".

El combate del secularismo, la definición de la familia como "la Iglesia doméstica", la condena del aborto y la necesidad de crear un nuevo sistema económico son algunas de las líneas de actuación expuestas en el texto, que considera que América Latina, donde al concluir el milenio dos de cada tres ciudadanos serán católicos, puede ser el laboratorio para iniciar este nuevo proyecto de civilización cristiana, exportable al Norte.

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