El Gobierno retoma el poder en la república de Tayikistán

El Gobierno de Tayikistán retomó ayer por la tarde el control de la capital, Dushanbé, después del fallido intento de golpe de Estado organizado por los partidarios del ex presidente comunista, Rajmón Nabíyev. A las ocho de la noche, los golpistas ya habían abandonado el palacio presidencial y la sede del Parlamento, que retenían en sus manos desde el sábado por la mañana."La dirección tayika, encabezada por el presidente en funciones, Akbarshó Iskandárov, controla la situación en Dushanbé", declaró anoche el asesor gubernamental DavIat Judonazárov, quien agregó que los rebeldes habían aba...

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El Gobierno de Tayikistán retomó ayer por la tarde el control de la capital, Dushanbé, después del fallido intento de golpe de Estado organizado por los partidarios del ex presidente comunista, Rajmón Nabíyev. A las ocho de la noche, los golpistas ya habían abandonado el palacio presidencial y la sede del Parlamento, que retenían en sus manos desde el sábado por la mañana."La dirección tayika, encabezada por el presidente en funciones, Akbarshó Iskandárov, controla la situación en Dushanbé", declaró anoche el asesor gubernamental DavIat Judonazárov, quien agregó que los rebeldes habían abandonado los edificios clave de la capital que habían tomado el día anterior.

"La ciudad está en calma y se ha impuesto un toque de queda", informó la televisión rusa en su último informativo de ayer. Además, informó que el líder de los golpistas, Safaralí Kendzháyev -ex jefe del legislativo e incondicional de Nabíyev-, e Iskandárov habían acordado en unas negociaciones mantenidas en el cuartel de la 201 División de Infantería Motorizada rusa que, hoy o mañana, se convocará una sesión del Parlamento para examinar la situación política y analizar la legalidad de la forzada dimisión de Nabíyev hace un mes.

Si se confirmara esta última noticia, significaría que el golpe no ha fracasado, sino que se le quiere encauzar por la vía legal: el Parlamento está compuesto en un 95% por comunistas, que apoyan a Nabíyev. Éste fue jefe del Partido Comunista Tayiko antes de la perestroika y el año pasado protagonizó un retorno triunfal, cuando ganó las elecciones presidenciales contra Judonazárov, candidato de los demócratas e islámicos.

Nabíyev, quien se encuentra en Jodzhent -capital de la provincia norteña de Leninabad, de donde es oriundo-, ha declarado que está dispuesto a volver al poder si el Parlamento se lo pide.

La calma volvió a Dusharibé después de dos días de enfrentamientos armados entre las fuerzas democráticas e islámicas, por un lado, y los comunistas partidarios de Nabíyev, por otro, durante los cuales murieron decenas de personas. La guerra civil tayika ha provocado más de mil muertes desde su estallido en mayo pasado. En esa ocasión Nabíyev logró permanecer en su cargo después de pactar con la oposición y permitir la entrada en el Gobierno a ministros islámicos y demócratas.

Los soldados rusos controlan el aeropuerto y la televisión -como solicitó Iskándarov el pasado viernes, cuando decretó el estado de excepción- en Dushanbé, y la presa de la gran central hidroeléctrica de Nurek, en el río Vajsh. Los militares que controlan la presa tienen orden de disparar contra cualquier grupo armado que se acerque.

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Los diplomáticos norteamericanos fueron evacuados ayer de Dushanbé, junto con algunos británicos y canadienses, en un vuelo especial que aterrizó en una base militar cerca de Francfort, en Alemania.

El Ministerio de Exteriores de Rusia, por su parte, difundió un comunicado que expresa su gran preocupación" por la guerra civil en Tayikistán, que puede tener consecuencias nefastas para la integridad territorial de la república y para "la seguridad de la región de Asia Central en su conjunto". Tayikistán limita al sur con Afganistán, y la virtual desaparición de la frontera entre ambos países puede elevar al poder a los fundamentalistas islámicos en las repúblicas centroasiáticas de la ex URSS creando un grave peligro para Rusia.

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