Entrevista:

"No comparto los últimos acuerdos de CC OO, me niego a prolongar esta agonía económica"

El coordinador general de Izquierda, Unida (IU), Julio Anguita, no apoya la actitud pragmática que Comisiones Obreras, el sindicato con el que se identifican, ha adoptado ante la crisis económica. Entiende el líder de IU que admitir que va a haber 500.000 parados más y renunciar por ello a presionar para subir los salarios supone aceptar, de hecho, otro medio millón de desempleados. Ello es especialmente grave cuando "hasta hace poco hemos tenido a los empresarios con más beneficios de todo Occidente".

Pregunta. Cuando el lunes pasado el presidente del Gobierno apeló a una corres...

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El coordinador general de Izquierda, Unida (IU), Julio Anguita, no apoya la actitud pragmática que Comisiones Obreras, el sindicato con el que se identifican, ha adoptado ante la crisis económica. Entiende el líder de IU que admitir que va a haber 500.000 parados más y renunciar por ello a presionar para subir los salarios supone aceptar, de hecho, otro medio millón de desempleados. Ello es especialmente grave cuando "hasta hace poco hemos tenido a los empresarios con más beneficios de todo Occidente".

Pregunta. Cuando el lunes pasado el presidente del Gobierno apeló a una corresponsabilidad de las fuerzas políticas y sociales para realizar un esfuerzo y alcanzar a los países europeos más prósperos, ¿usted se dio por aludido?Respuesta. De corresponsabilizarse en el mantenimiento de una política económica y social que ha fracasado, nada en absoluto. No me siento apelado por la razón de Estado, ni caigo en esa trampa. Si mañana en España se pone en marcha un cambio de política económica, con ejes claros y documentos sobre cómo articularlo; si se recogen iniciativas de los sindicatos, como la Propuesta Sindical Prioritaria; si la austeridad está presente, sí apoyaría la corresponsabilidad.

P. ¿Por qué cree usted que Comisiones Obreras ha renunciado a recomendar una subida exacta de los salarios y ha dado prioridad al puesto de trabajo?

R. Desde las premisas de un cambio de rumbo de la política económica, de las alianzas, para tirar hacia adelante, una medida como ésa ¿por qué no? Ahora bien, en el contexto actual, de una política económica que se quiere seguir manteniendo, no la comparto.

P. ¿No le preocupa que, después de un largo periodo en que ha coincidido la estrategia de CC OO e IU, ustedes mantengan el mismo enfrentamiento con el Gobierno mientras los sindicatos se avienen a pactar?

R. Yo nunca me he permitido darles consejos a los sindicatos. Lo que mantengo es que con esta política, que ha sido desahuciada por la realidad, no cabe pacto posible. Porque toda ayuda o aceptación de corresponsabilidad, dentro del mismo modelo, lo que hace es alargar la agonía. Hablo como Izquierda Unida. En nombre de nadie más. Hay un anuncio de 500.000 parados más. Si se acepta esa premisa, ¿quién garantiza que no va a haber otros 500.000 si no se presiona para la subida salarial? Hasta hace poco hemos tenido a los empresarios con más beneficios de todo Occidente. Bueno, ya he dicho muchas veces que cuando coincidimos, coincidimos, y si no, no pasa nada.

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P. Pero, cuando coinciden, a ustedes les sirve para demostrar que IU tiene razón, y cuando divergen no lo ven como una equivocación.

R. ¿Ha mejorado la economía española? Vamos a tener una tasa de paro superior a la de 1982. Y el nivel de precariedad en el empleo es muy superior al de 1982. El déficit en la balanza comercial: también es muy superior, y sigue su galopar. El cierre de empresas es masivo. Y hay algo terrorífico: cuando en 1993 caigan la barreras aduaneras y haya libertad de capitales, como no hay armonización fiscal en la CE, puede que nos encontremos que a la hora de apretar los tornillos en una reforma fiscal como Dios manda se nos vaya el capital a otro sitio.

P. Antes extendía su descalificación al modelo económico. ¿Qué modelo alternativo de economía, existente en algún país, es válido?

R. Ya no sirve ningún . modelo, ni el que cayó, ni el modelo capitalista, que está también desahuciado por la historia y por la realidad. Lo que pasa es que yo no asumo el modelo llamado de economía libre de mercado tal como lo están diseñando. Porque es mentira, es que no es libre. Las multinacionales planifican, ¡eh! ¿Por qué no va a planificar la sociedad? Ahí, francamente, no cedo. Ha habido una campaña ideológica que, basándose en el derrumbe de un modelo, dijo que el que queda en pie es bueno. ¡El que queda en pie es tan despreciable como el otro! Busquemos algo nuevo. Eso es lo que justifica la nueva izquierda.

P. ¿Esa izquierda no debería apoyar el Tratado de Maastricht por incorporar un germen de política social?

R. ¿Dónde está la Carta Social? ¿Dónde está el órgano político que redistribuya y corrija los desequilibrios? Lo que hay, que es la unión económica y monetaria a palo seco, lo que va a hacer es profundizar lo que el mercado genera. Y el mercado genera desequilibrios.

P. La unión europea es un proceso.

R. Para tener fuerza en los procesos hay que entrar con cierta fuerza. Esa idea de "vamos a entrar ahora en la portería, en el sótano, que después iremos subiendo" olvida que los poderes económicos están instalados. Es un síntoma de debilidad, es un error. Maastricht no es construcción europea. Puede ser el principio de la destrucción europea. La lógica del mercado sin corrección conduce a mayores desequilibrios. Es más, se sabe que los desequilibrios territoriales en la CE aumentan. ¿Qué va a pasar cuando se ahonden esas diferencias? Que van a surgir los nacionalismos estatales otra vez. Y por ahí le puede entrar a la idea de la construcción europea una herida de muerte.

P. El último sondeo publicado por EL PAÍS mostraba que una amplia mayoría de encuestados compartía su deseo de un referéndum sobre Maastricht, pero también señalaba que el 47% de votantes de IU votaría a favor del tratado.

R. Hagamos una campaña de referéndum, con espacios en televisión, y verá usted cómo esa proporción baja.

P. ¿Su abstención ante Maastricht equivale a un no?

R. Si mañana se convocara un referéndum, y ojalá lo hiciera el Gobierno, convocaría en 48 horas al Consejo Federal de Izquierda Unida y le propondría votar no.

P. Los buenos resultados electorales que le atribuye a IU la última encuesta del PSOE ¿los toma como que está en el buen camino?

R. Hay de todo. Gente que ratifica la política oficial de IU. Gente que de ese modo vota contra el PSOE. Pero los hechos muestran que en nuestros pronósticos no nos equivocamos. Yo sabía lo que iba a pasar sobre Maastricht.

P. ¿No daría menos impresión de centralismo democrático y daría a IU más credibilidad renovadora el dejar libertad de voto a sus parlamentarios en un asunto tan opinable y discutible?

R. Podría desprenderse la tentación de decir que cualquier votación, en cualquier partido político, en una peña futbolística, adolece de centralismo democrático. Cuando en el PSOE y en el PP se vota, ¿qué hace la minoría? Se trata de pura norma democrática. ¿El PSOE da libertad de voto?

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