El juez no tiene aún la autopsia del corredor muerto en un encierro

El juez de Torrelaguna encargado de investigar la muerte de Oscar Martín Lozano, de 23 años, al que un toro cogió en el primer encierro de las fiestas sin que hubiera nadie que le echara un capote, no ha emprendido todavía la investigación judicial del caso. Han pasado 37 días desde entonces, y el magistrado, Antonio Moreno de la Santa, sigue esperando a que le envíen la autopsia y el resto de diligencias practicadas en Madrid. Oscar ingresó cadáver en el Ramón y Cajal.Cuando reciba las diligencias, el juez de Torrelaguna (2.500 habitantes, al norte de la región) ofrecerá a los familiares de O...

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El juez de Torrelaguna encargado de investigar la muerte de Oscar Martín Lozano, de 23 años, al que un toro cogió en el primer encierro de las fiestas sin que hubiera nadie que le echara un capote, no ha emprendido todavía la investigación judicial del caso. Han pasado 37 días desde entonces, y el magistrado, Antonio Moreno de la Santa, sigue esperando a que le envíen la autopsia y el resto de diligencias practicadas en Madrid. Oscar ingresó cadáver en el Ramón y Cajal.Cuando reciba las diligencias, el juez de Torrelaguna (2.500 habitantes, al norte de la región) ofrecerá a los familiares de Oscar Martín la posibilidad de emprender acciones judiciales, según fuentes próximas a su juzgado. El trágico final de Óscar Martín puede ser constitutivo de un delito de imprudencia, temeraria o simple; todo depende del resultado de la autopsia.

Infracción administrativa

El reglamento taurino exige la presencia en los encierros de al menos un doblador, experto en esquivar al animal. Tal misión se le encomendó a Leonardo Jesús Moreno. Pero éste, cuando se produjo la cogida, no estaba en el coso.

En función de la autopsia, el juez de Torrelaguna investigará cómo influyó la ausencia de doblador en la muerte de Óscar Martín. Era el 6 de septiembre cuando éste tropezó en un desnivel de la plaza y el bragado Seguidillo, de tres años, le enganchó por una pierna y lo volteó a su antojo. Oscar intentó incorporarse, pero el astado volvió a arremeter contra él, sin que hubiera nadie acreditado que le auxiliara. El corredor se incorporó de nuevo, pero el toro regresó para cornearle por tercera vez.

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Ya no se levantó.

El magistrado Antonio Moreno se limitó a decir ayer: "Todavía no se ha podido hacer nada porque falta por llegar al juzgado el resultado de la autopsia y las otras diligencias que se practicaron en Madrid. Desgraciadamente, en Madrid [los juzgados] tienen mucho trabajo. Pero es normal que no hayan sido remitidas todavía esas diligencias".

Fuentes del Instituto Anatómico Forense señalaron ayer que desconocían por qué no se había enviado todavía la autopsia al juzgado de Torrelaguna. Estos medios añadieron que este organismo, en cualquier caso, no interviene para nada en la transmisión de esas diligencias.

Salvo que el fiscal decida actuar de oficio, la inexistencia de dobladores durante el encierro sólo cabe subsumirla como infracción administrativa. Y una eventual sanción competería a la Administración, según los citados medios judiciales.

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